Así lo reveló un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud. Los adolescentes son los más perjudicados por el uso de auriculares y los ambientes a los que suelen concurrir. Conozca cómo prevenir estos trastornos.
La audición, junto con la vista, representa uno de los sentidos más importantes para poder desenvolvernos en la vida cotidiana. Es un elemento vital a la hora de poder sociabilizar, trabajar, aprender e incluso poder advertir ciertas situaciones de peligro.
Sin embargo, está en riesgo. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050, una de cada diez personas tendrá pérdida auditiva.
Los profesionales advierten que la población más expuesta a esta problemática son los adolescentes. Esto es debido al uso constante de teléfonos celulares y auriculares para escuchar música.
Asimismo, está relacionado con el ambiente en el que se mueven los jóvenes. Se trata de recitales, bares y boliche. En estos lugares, la música fuerte predomina, por lo que puede causar serios perjuicios a las células internas del oído.
Según otro estudio de la OMS, sólo hace falta ocho horas de exposición a sonidos de más de 90 decibeles para causar daños definitivos en la audición. En consecuencia, gracias a los datos del último Censo- realizado en 2011- se estima que el 30% de los chicos de entre 10 a 24 años tendrán trastornos de esta índole cuando sean adultos.
La primera señal que hay que tener en cuenta para prevenir diferentes patologías es la aparición de un zumbido. Los jóvenes no le dan importancia a este indicador que en cuestión de horas suele desaparecer. Finalmente, terminan acudiendo a un especialista cuando el ruido es permanente, lo que significa que ya un existe problema irreparable.
Los profesionales aconsejan algunas medidas para poder prevenir estos trastornos. Primeramente, cuidar el medio ambiente donde nos movemos a fin de evitar aquellos lugares con sonidos muy fuertes. La contaminación sonora, además de un perjuicio al oído, puede generar estrés, problemas digestivos y disminuir el desempeño laboral entre otros.
Otra de las precauciones está relacionada con el uso de auriculares. A la hora de comprarnos unos, es recomendable que sea un modelo grande en vez de los pequeños ya que así el impacto del sonido en el tímpano es mucho menor. Igualmente, ambos afectan la audición cuando se trata de volúmenes muy altos por un tiempo prolongado.
Aunque no parezca, la higiene es otro de los puntos importantes. Luego de bañarnos, debemos secar bien la cavidad interior del oído para evitar la aparición de infecciones por hongos. Además, se desaconseja el uso de hisopos ya que lo único que terminan generando son tapones al empujar la cera.
Por último, es fundamental la realización de exámenes anuales para corroborar que no existe ningún tipo de problema.
