Se trata de Julieta Santamaría, vecina de Burzaco. Durante su aventura, debió atravesar situaciones de peligro con animales salvajes. “Salí sola, sin conocimiento, ni apoyo, pero con la meta de llegar al final”, explicó a De Brown.
Julieta Santamaría caminó 4.170 km por la Mata Atlántica, una de las zonas de biodiversidad más ricas del mundo y también más amenazadas de Brasil. Esto la convirtió en la primera persona en realizar una expedición de ese tipo. Fue una aventura que le llevó un total 15 meses y 195 días de caminata, toda una odisea para la joven vecina de Burzaco.
La browniana tiene 26 años y hace tres vive en el país vecino. Si bien proyectaba realizar un viaje en bicicleta hasta la parte norte, un amigo hizo que cambiara por completo sus planes. Es que le contó sobre la travesía por la selva y la deslumbró.
“Me lo vendió tan bien que llamó mi atención y en cuestión de días busqué información y me motivé a hacerlo. Vendí la bicicleta, comencé a entrenar, compré la mochila y las cosas que iba a necesitar. Todo esto también me impulsó a aprender cosas nuevas porque nunca había acampado sola, tampoco había realizado una travesía de montaña. Fue un desafío personal”, aseguró en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Prepararse le llevó meses. No sólo fue equiparse de lo indispensable y entrenar el cuerpo, sino organizar un itinerario de viaje. Este incluía proyectar el trayecto y la planificación de dónde dormir y qué comer. Ya lista, se lanzó a la aventura el 3 de marzo de 2024 desde el extremo norte de Río de Janeiro. La culminó el 7 junio pasado, en Río Grande do Sul.
“Cuando arranqué a caminar todavía era época de lluvias y me tocaron unos temporales en el camino. Siempre traté de estar resguardada, porque los ríos se llenan y hasta se llevan puentes. Es difícil esa temporada”, explicó.
Julieta atravesó un bioma de gran extensión y con una rica biodiversidad de plantas y animales.“El camino pasa por cien unidades de conservación, como parques nacionales y municipales. En esas áreas más reservadas fue donde vi más animales, como tapires, perros salvajes, jabalíes, puercos y monos”, contó.
Fue allí donde recordó que vivió algunos momentos de miedo al toparse con especies salvajes. “Tuve temor cuando vi los puercos porque muchas personas los tildan de agresivos. Lo mismo me pasó con los jabalíes. Eran muchos y dicen que si te los cruzas, tenes que despedirte porque te van a comer”, narró entre risas.
El trayecto no fue siempre igual, tuvo que transitar zonas muy calurosas y otras de frío extremo, dónde incluso nevó. Otro de los desafíos fue pasar las noches en medio de la Mata. De los 195 días de caminata, 55 acampó sola en medio de la nada, también descansó en hospedajes que le ofrecieron o casas de familias que se sumaron a su proyecto y la impulsaban a seguir.
“Era llegar, ver que sea un lugar copado para dormir y armar la carpa. Fue la mejor experiencia porque es otro tipo de conexión. También fue increíble como las personas me ayudaron, ni en el lugar más alejado me sentí sola. Siempre me tendieron una mano”, aseguró.
Para Julieta todo arrancó como un desafío personal, pero el trayecto la inspiró en fomentar en los otros el deseo de ir tras sus sueños. “Yo salí sola, sin conocimiento, ni apoyo, pero con la meta de llegar al final del camino”, explicó.
Y agregó: “Además, fue una forma de crear conciencia. Este es un bioma muy rico en aguas y uno aprende en la importancia de cuidarla, porque si matas, si deforestas, las nacientes se secan. Es más, en el último trecho pasé por el Acuífero Guaraní, una de las reservas más grandes del mundo, ahí surgen los ríos. Mirá qué importante es cuidar esos lugares donde nace el agua”.
Al cerrar su aventura, la browniana se convirtió en la primera persona en completar el sendero. Ahora, brinda charlas contando su experiencia en los pueblos linderos que caminó y proyecta escribir un libro. “Fueron muchas cosas e importantes. Si tuviera que contar todo lo que pasó necesito una semana, por eso tengo que plasmarlo”, admitió.
Se trata de un bosque húmedo tropical en Brasil, Paraguay y Argentina, aunque en el lado nacional se le conoce comúnmente como la selva misionera. Es el segundo bioma más biodiverso del planeta y concentra especies que solo están presentes en ese lugar. "Es uno de los sitios más amenazados también, muchos animales y plantas corren riesgo de extinción”, advirtió.
👗Juntaba cartones, aprendió a coser y creó su marca: ahora brinda trabajo a madres solteras 👇 #burzaco https://t.co/K6lL6wuTI6
— Noticias De Brown (@debrownweb) June 18, 2025