Se trata del marido de la enfermera asesinada en Longchamps. Según el expediente, describió a su hermano como un hombre “muy violento” a quien apuntó como el posible homicida. Contó que intentó asesinar al padre de ambos y le apuntó con un arma a su suegra. Habló sobre su relación con él y pidió justicia por su hija y su esposa.
Este martes, Gabriel Guevara, pareja de la enfermera asesinada en Longchamps y principal sospechoso por el crimen, se presentó en declaración indagatoria. Afirmó ser inocente y desplegó un manto de duda sobre su hermano Pablo como el posible homicida. Con el correr de las horas, más detalles se fueron conociendo con respecto a su relato.
Según fuentes judiciales, ante la fiscal Marcela Juan, el marido de Marcela Coronel describió a Pablo como un hombre “muy violento”. Contó que, en una oportunidad, ahorcó al padre de ambos y “estuvo a punto de matarlo”. Explicó que él mismo logró frenarlo.
Confirmó además la versiones de que Pablo integraba la Policía Bonaerense, pero que lo echaron "por hurtar una moto del depósito". Resaltó que cuando todavía era agente le apuntó con un arma a su propia suegra.
Gabriel lanzó la hipótesis de que su hermano podría ser el autor material del crimen. Sus sospechas comenzaron cuando una de sus sobrinas advirtió que el cuñado de la enfermera usaba un celular dorado, similar al de Marcela. Más tarde, los investigadores habrían hallado este teléfono en la casa del joven, junto una credencial de la víctima.
Con respecto a la relación que mantienen ambos, detalló que no tienen “mucha afinidad”. “Pablo no fue criado con nosotros, no tiene los mismos principios de familia unida”, aseguró en su declaración. Uno de los motivos, según explicó, es que "a los 14 se puso en pareja con una chica de 28 años".
La declaración de Guevara duró más de tres horas. Según figura en el expediente, el hombre cerró su indagatoria con la frase: "Quiero justicia por mi hija y que se sepa toda la verdad. Y por mi mujer también".
A pesar del relato de Gabriel y la gran cantidad de pruebas contra Pablo, la fiscal todavía mantiene sus sospechas sobre el marido de la enfermera como autor material del hecho. Está acusado de “Homicidio triplemente calificado” por vínculo, femicidio y alevosía y continúa detenido.
El joven contó que la madrugada del asesinato discutió con Marcela, luego de volver pasada la medianoche a su hogar tras reunirse con una amiga. Después se quedó mirando Netflix y alrededor de las 3 se durmió. Antes de las 6, partió de su hogar rumbo a su trabajo en Capital Federal.
En este escenario, una de las hipótesis que barajan los investigadores es que, en medio de la pelea, él la mató. Luego le pidió a su hermano que lo ayudara a limpiar la escena del crimen y a trasladar a su hija. Este último hecho quedó registrado en las cámaras municipales, aunque se desconoce si fue por pedido de él.
Pablo está acusado de “Homicidio agravado por alevosía”. Se negó el lunes a presentarse ante la fiscal en la declaración indagatoria. Su familia lo señaló como el posible culpable de este caso.
Una de las principales pruebas con las que cuenta la fiscal contra Gabriel es la manera en que fue hallado el cuerpo de la víctima. Según relataron, fue el propio joven quien lo encontró en un cuartito, envuelto en una frazada, tras ingresar junto con la Policía a la vivienda. Este detalle no pasó desapercibido.
No obstante, la fiscal Marcela Juan aún aguarda los análisis de ADN. En el domicilio del matrimonio se secuestró un pantalón de Guevara con sangre. Asimismo, incautaron una bolsa con ropa y un guante de latex que había sido dejado a metros de la vivienda. Estos elementos también presentaban manchas hemáticas.
