Un grupo de voluntarias se unió para poder recolectar dinero y así dejar como nueva la herramienta que utiliza para movilizarse. Desde hacía un año que no funcionaba. Mirá el video y la emoción de Raúl.
Una obra de bien que mejora la calidad de vida. Raúl es un paciente del pequeño Cottolengo Don Orione de Claypole y desde hacía un año su ánimo no era el mismo. ¿El motivo? Su silla de ruedas motorizada ya no tenía batería y no podía trasladarse como era habitual por los rincones del que considera su hogar. Sin embargo, un grupo de voluntarias llegó a su vida para cambiar su suerte.
Carla Barbeito, una de las ayudantes del establecimiento desde hace más de media década, fue quien organizó la iniciativa cuando le informaron sobre el problema. Es que los repuestos de la silla tenían un valor de $9.500, una suma inalcanzable para el centro.
“Raúl no habla, pero siempre hemos tenido una buena conexión. Yo hacía mucho que no lo veía pasear como lo hacía siempre y, cuando me veía, me traía unas flores azules. Hace un mes y medio que fui al hogar y dije: ‘¿Qué pasa con Raúl?’. Ahí me enteré”, contó en diálogo con www.deBrown.com.ar.
La voluntaria decidió entonces unir fuerzas con otras ayudantes para recolectar el monto necesario y devolverle la sonrisa a Raúl. Se sorprendió de la cantidad de sobres con dinero que recibió. Algunas decían que estaban destinadas al “caballero de las flores azules”.
Pese a que parecía una tarea sencilla, no lo fue. La compra de las baterías fue sólo uno de los primeros pasos. Emiliano, quien trabaja en el sector de mecánica del Cottolengo, fue la pata fundamental para llegar al objetivo final. Arregló el joystick que no funcionaba y mandó a tapizarla y pintarla.
Así fue como, con la ayuda de todos, llegó el día tan esperado, el día en que Raúl volvería a transitar los rincones del Cottolengo con su asiento motorizado, “sus pies, sus alas”, según Carla.
“Lo primero que hizo cuando tuvo la silla al lado fue acariciarla y después se tapó la cara como diciendo: No lo puedo creer”, relató. Y continuó: “Un auxiliar lo agarró a upa, lo pasó a la silla, le tuvo que dar su gorra amarilla y su pistola de juguete y chau. Salió a andar como siempre”.
Este grupo de voluntarias del Cottolengo se encuentra luchando ahora por nuevo sueño. Están juntando dinero para comprar las baterías de la silla de ruedas de Lorena, otro paciente de la institución. Para ayudar, podés contactarte con Carla llamando al 11 6695-3889.
Para la colecta de junio, están requiriendo tomate, yerba, azúcar, té y mate cocido. Aquellos que quieran colaborar, podrán llevar estos artículos a la recepción o en la barrera de acceso del lugar, sito en la Av. Lacaze 3963.
También recibe otros productos fuera de las tradicionales campañas. Pueden ser alimentos no perecederos, pañales, artículos de limpieza, ropa, calzado y/o útiles escolares, entre otros.
Para brindar un aporte económico o realizar una donación, los vecinos pueden hacerlo llamando al 0800-333-6746 o través de su página oficial. También marcando al 4268-1325 o por medio de las páginas de Facebook “Voluntariado Cottolengo de Claypole” o “Cottolengo Don Orione de Claypole”. Allí podrán enterarse de las colectas que realizan o contactarse escribiendo a: donaclay@cottolengodonorione.org.ar
