Un informe de la UCA y la Defensoría del Pueblo muestra la desigualdad entre hombre y mujeres respecto a la desocupación y el trabajo no remunerado. Conocé los datos.
El Observatorio de la Deuda Social (OSDA) de la UCA y la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires realizaron un informe sobre brecha de género en el mercado laboral. El mismo concluyó que existen grandes diferencias para insertarse en el mercado laboral entre hombres y mujeres.
El relevamiento estimó el 91% de las mujeres mayores de 18 años, en el Conurbano, realiza tareas domésticas o cuidado de personas que no están reconocidas o remuneradas. Esto refleja que efectúan una doble jornada laboral porque estas actividades se llevan a cabo, luego del trabajo por el cual cobran un salario.
El documento pone de manifiesto la desigualdad entre la actividad económica, la carga de trabajo no remunerado, la distribución de las tareas hogareñas y el bienestar entre hombres y mujeres.
Si se comparan las cifras del Conurbano, respecto al nivel país, se observa un deterioro. Mientras que la tasa de desocupación nacional es del 11,9% para mujeres y 7% en varones, en el Conurbano esos números ascienden al 12,9% y 7,4%, respectivamente.
Las tasas de empleo a nivel nacional son del 44,2% para ellas y 72% para los hombres, pero en territorio bonaerense la diferencia de números se agrandan. Las mujeres empleadas son el 41,4% y ellos un 74,6%.
Los números de mujeres que se encargan de tareas del hogar en el Conurbano es del 90,8%, superando por 4,5 puntos a las cifras nacionales. Esto equivale a más de dos veces el porcentaje de hombres que realiza estas tareas.
Teniendo en cuenta que hay un 73% de varones empleados en el mercado laboral sólo el 30,6% hace una doble jornada. Del 44,2% de mujeres empleadas el 38,3% trabajan afuera y además en el hogar. Pero estos porcentajes se amplían si tenemos en cuenta al Gran Buenos Aires.
La UCA y la Defensoría del Pueblo emitieron un apartado que determina el malestar psicológico de quienes ocupan uno o dos trabajos. El mismo determino que quienes realizan tareas no remuneradas tienen el triple de molestia con respecto a quienes sólo se ocupan en el mercado remunerado.
