La Secundaria N° 62 del barrio Don Orione inició el ciclo lectivo el lunes, pero sin las condiciones necesarias para la comodidad y seguridad de los alumnos. Pese a los recurrentes reclamos al Consejo Escolar y a Provincia, volvieron a clases sin los suficientes bancos y sillas; y con crónicos problemas en las instalaciones de luz.
Como tantos otros establecimientos, la Escuela Secundaria Básica N° 62 del barrio Don Orione abrió sus puertas el lunes para dar inicio al años escolar. Sin embargo, para que los chicos volvieran a las aulas, debieron ignorar los numerosos problemas edilicios y de mobiliario que enfrentan desde hace años y por los cuales no reciben ninguna repuesta.
Pese a los constantes reclamos y pedidos presentados formalmente al Consejo Escolar de Almirante Brown y a la Dirección de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, por cuarto año consecutivo, la institución comenzó las clases sin bancos ni sillas suficientes para la cantidad de matriculados.
Padres y docentes informaron que la escuela tiene un grave problema en la instalación eléctrica que, durante los días de lluvia, provoca cortocircuitos y pone en peligro la vida de menores y adultos ante un posible incendio.
Asimismo, señalaron las filtraciones que presentan los techos y que generan inundaciones constantes; y la falta de personal para mantener el espacio verde del lugar.
“Después de las vacaciones no hubo nadie designado para cortar el pasto, que parecía una selva en los alrededores de la escuela y en el patio. Los mismos docentes y autoridades fueron quienes tuvieron que cortarlo y limpiar el lugar para que esté en mejores condiciones para la llegada de los chicos”, informó Pablo, padre de una de las alumnas de 3er año.
La comunidad educativa solicita una urgente respuesta ante la larga lista de necesidades que presentan desde hace varios años; y responsabilidad por parte de los funcionarios del Consejo Escolar para resolver y trasmitir a Provincia las deficiencias de las escuela.
