Una investigación reciente advierte que beber dos o más vasos de este tipo de refresco al día, acarrea un notable riesgo de padecer insuficiencia cardíaca. Su ingesta cotidiana desencadenaría además un incremento de la presión arterial y de la insulina en sangre.
El análisis plantea que el consumo diario de bebidas azucaradas se asocia con un aumento del 23 por ciento en la posibilidad de desarrollar problemas cardíacos. Por lo que reducir el uso de azúcar permitirá tener un corazón sano.
El estudio fue elaborado por el Instituto Karolinksa de Estocolmo, en Suecia y consistió en la evaluación de los hábitos alimenticios de más de 42 mil hombres suecos mayores de 12 años. Encontraron que aquellos que bebían al menos dos bebidas azucaradas al día tenían un 23 por ciento más de riesgo de sufrir una insuficiencia cardíaca.
Con este documento, lo que se intentó es poner en relieve que, cuando el corazón no tiene la suficiente fuerza para bombear la sangre y el oxígeno adecuado para darle sustento al cuerpo, es allí en donde aparece el síntoma más claro de la insuficiencia cardíaca.
Según la Sociedad de Insuficiencia Cardíaca de América, menos del 50 por ciento de los pacientes viven sólo cinco años después de su diagnóstico inicial y menos del 25 por ciento están vivos a los 10 años posteriores de los resultados.
La misma entidad reveló que en nuestro país se consume -per cápita- la misma cantidad de azúcar por año que en cualquier país desarrollado: 40 kilos. Mientras que en otras naciones como Brasil y Cuba, las cifras al alcanzan los 60 y 50 kilos, respectivamente.
Especialistas advierten que no será necesario restringir su uso completamente de la alimentación, ya que el azúcar, en su justa medida, activa el cerebro y favorece la asimilación de las proteínas.