El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 fue escenario de una nueva jornada del juicio por el asesinato de Susana Leiva, oriunda de Glew. Declararon el único imputado, Alberto Ponce; la hermana de la víctima y cuatro policías que intervinieron en la investigación.
En una extensa jornada, se desarrolló en los tribunales de Lomas de Zamora la segunda audiencia en el juicio oral por el crimen de Susana Leiva, ocurrido en 2013. Tras las declaraciones del acusado y marido de la víctima, Alberto Ponce; y otros cinco testigos, el procedimiento continuará el lunes 23 de mayo, a las 11.
“El acusado declaró, sigue negando todo, pero a la vez tuvo muchas contradicciones. Creemos que está bastante complicado, así que confiamos en que se va a hacer Justicia”, sostuvo en declaraciones a www.deBrown.com.ar la concejal Marilina Russo, quien integra la organización que lleva el nombre de la mujer y acompaña a los familiares en el proceso.
En el encuentro, también ofrecieron su testimonio la hermana de Susana y cuatro efectivos policiales de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora. Los agentes participaron en la investigación y estuvieron en el momento en que encontraron el cuerpo en la casa que la pareja compartía en Temperley.
“Los policías coincidieron en las declaraciones que hizo Ponce en ese momento, que había dicho que él mismo la había estrangulado”, agregó Russo.
Con este escenario, que se percibe poco favorable para el presunto responsable de la muerte, se espera que la próxima semana se conozca la fecha de la sentencia. Según lo sucedido hasta el momento, estiman que el fallo será condentorio.
El caso
La familia de la mujer había denunciado la desaparición el 19 de julio de 2013. Cinco días después, el cadáver fue encontrado en el pozo ciego de la vivienda que compartía también con sus dos hijos en la localidad lomense. Ponce fue detenido a pocas horas del hallazgo.
De acuerdo a la autopsia, Susana fue estrangulada y recibió cuatro puntazos en el abdomen. Además, presentaba golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillo. Si bien, en principio se trató como un caso de homicidio simple, con el avance de la investigación, solicitaron que se evaluara como un femicidio y un homicidio agravado.