Según reveló un informe de UNICEF, cerca de 4 millones de chicos de hasta 17 años se encuentran en una alarmante situación de vulnerabilidad. A un millón y medio no le llega la Asignación Universal.
El 30 por ciento de los ciudadanos argentinos que tienen entre 0 y 17 años son pobres. El 8,4 por ciento de ellos padecen un estado de pobreza extrema. Por eso, será prioritario reducir la inflación y elevar el poder adquisitivo de muchos hogares.
“Bienestar y Pobreza en niñas, niños y adolescentes en Argentina” es el nombre del relevamiento llevado a cabo por la Universidad de Salta y difundido por el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF). El universo de estudio fueron cerca de 25.000 viviendas de todo el país.
En primera instancia, mostraron que la Asignación Universal por Hijos no alcanza al 45 por ciento de los menores. Debido a que muchos no tienen DNI; porque les falta información o no cumplen condiciones como la pertenencia al sistema educativo.
El 30 por ciento del total, de los que tienen entre 0 y 17 años, son pobres. Además, de las 900 mil muertes anuales que se dan en la Argentina entre los recién nacidos y los chicos de 5 años, el 10 por ciento son por dos causas totalmente evitables como la diarrea y las enfermedades respiratorias.
Para la entidad, este tipo de pobreza es la que perjudica el futuro en términos de igualdad de oportunidades: “Cuando estos chicos tengan la edad para ingresar en el mercado laboral, por ejemplo, no lo harán en las mismas condiciones de quienes no sufrieron este tipo de privación en sus derechos. Esto genera perpetuidad de la pobreza. Ellos serán adultos pobres y quizás también lo sean sus hijos”.
Frente a este preocupante contexto, UNICEF indicó que se precisa establecer un sistema de estadística nacional de forma permanente. Al mismo tiempo, se deben priorizar las intervenciones directas en el área de salud, educación para resolver problemas concretos, pero también generar políticas integrales que tengan en cuenta la complejidad del fenómeno.
Los investigadores utilizaron para el desarrollo del trabajo, la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) del 2015 y la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados -conocida por sus siglas en inglés, MICS- , realizada entre 2011 y 2012.
Para ello, recurrieron a diez variables: nutrición; salud; educación; información; saneamiento (agua y baño); vivienda; ambiente (zona inundable, basural); protección contra la violencia; contra el trabajo infantil; el juego y la interacción social. Cada una de ellas estaba compuesta por varios indicadores, los que sumaron 28 en total.