Con goles de Ricci y Ledesma, venció por 2-0 a Central Córdoba, que buscaba quedar a tiro de la cima del campeonato. Cortó una racha de cinco partidos sin triunfos, con tres empates y dos caídas.
Fiel a su estilo en todo el campeonato, San Martín de Burzaco conquistó nuevamente el triunfo ante un rival de peso. En esta oportunidad, su víctima fue el “Charrúa” rosarino. El equipo de Ariel Cuffaro Russo, que marcha segundo en el torneo, llegó al Francisco Boga con la intención de meterle presión al líder San Telmo, pero se fue con las manos vacías. El “Azul” lo maniató, fue preciso y no lo dejó hacer su juego.
En el primer tiempo, los dirigidos por Cristian Ferlauto se hicieron patrones de la pelota y la movieron a gusto. A diferencia de los últimos partidos, hubo un notable trabajo por las bandas y los delanteros contaron con la asistencia del retornado Matías Fleitas.
Central Córdoba llegó tarde a todas las jugadas y se mostró impotente. No sufrió demasiado porque a “Sanma” le faltó profundidad para lastimar, pero el rendimiento estuvo muy lejos de ser el de un conjunto con aspiraciones de ascenso.
Ya en el complemento, la superioridad del local se hizo más potente, por lo que las llegadas al arco defendido por Matías Giroldi empezaron a volverse cada vez más frecuentes. Promotores de ello fueron: Marcelo Ricci, Néstor Herrera y Daniel Sosa, quienes se transformaron en un gran dolor de cabeza para la visita.
Ricci fue quién abrió el marcador a los 69 minutos, después de definir de buena forma una jugada colectiva. Sin embargo, el “Azul” no se conformó con la diferencia mínima y siguió atacando en busca de poder ampliar.
La insistencia tuvo su recompensa cuando a los 82’, David Ledesma terminó por liquidar la historia, tras otra asociación en conjunto de sus compañeros.
San Martín volvió a sacar pecho ante un grande de la categoría y ganó después de más de un mes sin poder hacerlo. Al certamen le quedan sólo cuatro fechas y debe sacar la mayor cantidad de puntos para armar un buen colchón de cara a la próxima temporada. Ya dio el primer paso.
