Juan Capiello, rugbier del Club Pucará, forma parte del Seleccionado de Buenos Aires que se consagró en el certamen argentino. “El plantel es excelente en cuanto a calidad profesional y humana. Fue una combinación clave”, destacó en diálogo con De Brown.
El Torneo Nacional de Rugby es una competencia que se realiza desde hace varios años, con el objetivo de unir y enfrentar a las mejores escuadras del país, nutridas por los equipos de cada federación.
Los afiliados que componen la URBA, como Pucará y San Albano, se encargan de alimentar el team del Seleccionado de Buenos Aires, quién se llevó la copa el pasado sábado al derrotar en la final a su par de Tucumán por un categórico 54-14.
De punta a punta. Así consiguieron las "Águilas" el campeonato. A falta de una jornada para la finalización del mismo, ganaron sus cuatro partidos con punto bonus. Comandados por su capitán Tomás De la Vega, lograron el título N° 35 de su historia.
Uno de los aportes brownianos a este gran conjunto fue el de Juan Capiello, hombre del “Rojo” de Burzaco que conduce Conrado González Bravo. En diálogo con www.deBrown.com.ar, enarboló la jerarquía de sus compañeros y la competitividad de los adversarios.
“Me toca estar en un lugar donde todos quieren pertenecer. Tuve la suerte de que el cuerpo técnico confiara en mí y permitiera participar, algo que valoro mucho. Estoy orgulloso de formar parte por la calidad profesional y humana que hay. Ser campeón a este nivel es incomparable”, expresó.
Apenas un mes y medio de entrenamientos, le bastaron a la delegación bonaerense para encontrar una identidad y conseguir rápidamente los resultados. “El hambre de gloria que hay es muy grande. Todos tiramos para el mismo lado en busca de un objetivo. Creo que eso es tan importante, que termina paliando el poco tiempo de trabajo. Marcamos diferencias en todo momento”, afirmó.
“Nadie se guarda nada. Hay mucho respeto pero todos queríamos vencer y por suerte lo hicimos nosotros. El sistema de competencia es todos contra todos y eso la hace muy especial", agregó.
Se hizo moneda corriente en Pucará durante los últimos tiempos, la participación de jugadores en diversos combinados. Capiello agradeció a su club de origen y destacó el trabajo formativo que se realiza en la institución de Falucho.
“Mi presencia en el seleccionado, como la Lucas (Amorosino) en el Mundial y la de otros chicos, es fruto de lo que se hace a nivel inferiores en el club. Se hace un esfuerzo muy grande no solo para moldear a los jóvenes en lo es el juego en si, sino también en la vida. Le debemos mucho”, concluyó.
