Arrancó en la empresa en 1997, a sus 23 años. "Hoy llevo a los hijos de quienes hace años viajaban siendo chicos", contó a De Brown.
Cada 24 de septiembre se celebra en el país el Día del Colectivero. Fue gracias a un grupo de taxistas porteños que en 1928 impulsaron la aparición de uno de los medios de transporte más utilizados.
En este marco de festejo, la historia de Alejandro Suárez, chofer histórico de la línea 514, se transforma en un reflejo de dedicación de quienes a diario conducen las unidades.
El vecino de Claypole entró a trabajar en 1997, con solo 23 años y la necesidad de un empleo estable. Desde aquel momento, su vida estuvo marcada por el recorrido de la 514, la misma empresa en la que comenzó y a la que sigue perteneciendo casi tres décadas después.
“En el colectivo empecé porque estaba desempleado, en ese tiempo era rentable y teníamos la posibilidad a pertenecer a cualquier línea, pero yo siempre estuve acá. Recuerdo que cuando ingresé salíamos de Loma Verde, era uno de los pocos transportes públicos que andaba por caminos de tierra, ahora está todo asfaltado”, contó en diálogo con www.deBrown.com.ar
En este sentido, admitió que, si bien el trabajo siempre conllevó mucha responsabilidad y compromiso, “se vivía como una pasión”. “En aquellos años lo sentíamos así. Había que amar el colectivo y la empresa te daba las herramientas para disfrutarlo, además era rentable y se podía vivir bien", admitió.
Un montón. Los recuerdos se acumulan después de 28 años manejando. “Nosotros vivimos el tiempo de calles de tierra, de gente amable y muy educada. De hecho, una vuelta me quedé con la unidad llena y pasó algo muy loco. La gente se bajó a empujar, arrancó el colectivo, subieron todos y seguí trabajando. Ahora llega a pasar lo mismo y anda a decirle a los pasajeros que te empujen”, contó entre risas.
Si algo destaca de su trayectoria es el vínculo con la gente. Es que su tarea va más allá de llevarlos de un punto a otro, forman parte de la vida de cientos de personas.
“Nunca tuve una queja, nunca un informe. Siempre digo que el saludo abre puertas. El colectivo es ‘hola, buen día, ¿cómo andás?’ y más en empresas como la de nosotros que trabajamos en los barrios. Llevamos a quienes viajan toda la semana, entonces es como que terminamos siendo familiares”, aseguró.
Ese trato cotidiano lo convirtió en parte de la vida de los vecinos. “Hoy llevo a los hijos de quienes hace años viajaban siendo chicos. Es muy lindo ver ese paso del tiempo, cómo crecieron”, admitió Alejandro a este medio.
🚍“Perita”, un histórico chofer de la línea 515, ahora tiene una parada que lleva su nombre 👇 #Longchampshttps://t.co/ku9ZWzubdt
— Noticias De Brown (@debrownweb) June 6, 2025