El Cottolengo celebró el arribo que contiene una muestra de la sangre de Don Orione, su fundador. Visitará el sitio hasta el 24 de julio. Luego continuará su peregrinaje por todo el país.
Desde el 12 de julio, la reliquia de la sangre de Luis Orione es venerada por la comunidad religiosa de Almirante Brown y la Región. Los vecinos que deseen rendirle culto podrán concurrir a la capilla, de Av. Lacaze 3963, hasta el domingo 24.
“La idea es que no sólo recorra las casas de las Pequeñas Hermanas y en la Iglesia local, sino también ambientes diversos de la sociedad”, expresó la superiora provincial de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, María Trinidad Almada.
Por esta razón, el recuerdo de Don Orione ya se expuso en distintas capillas del barrio que lleva su nombre en donde realizaron misas y le demostraron su adoración. Entre ellas, “Nuestra Señora de Itatí”, “Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás” y el templo “San Luis Orione”.
La institución
En 1935, el sacerdote italiano Don Luis Orione fundó el Pequeño Cottolengo en Claypole, luego de su primer visita al país en 1922. Lo realizó en homenaje a San José Benito Cottolengo, santo que se dedicó al servicio de los demás.
Cuenta con un equipo interdisciplinario de profesionales que, junto a voluntarios y religiosos, trabajan brindando asistencia para el desarrollo de las aptitudes de 400 niños, jóvenes y adultos con discapacidad física y mental.