Samsung decidió interrumpir la producción del modelo de manera permanente debido a reiterados casos de explosión. Solicitan a los usuarios cesar con la utilización de los dispositivos. Suspendieron las ventas del celular en todo el mundo.
Ante sucesivos casos de explosión, Samsung optó por terminar con la producción de su última innovación, el Galaxy Note 7. Mediante un comunicado, exigieron a los propietarios apagar sus smartphones y discontinuar su uso de inmediato.
Se trata de la segunda edición de los dispositivos. La empresa ya había solicitado el recambio, luego de recibir cinco reportes de ignición y sobrecalentamiento de la batería en la primera tanda de producción.
Sin embargo, durante la nueva generación de dispositivos, que supuestamente corregía el error en cuestión, se reportaron una treintena de explosiones seguidas de fuego. En consecuencia, se vieron obligados a retirarlo por completo del mercado a dos semanas de su lanzamiento.
La mayor industria de celulares a nivel mundial ya había fabricado al menos 2,5 millones de artefactos y estimaba vender 19 millones. Tras el anuncio, se derrumbó el valor de sus acciones, que cayeron un 8 por ciento, y perdió 17.000 millones de dólares de capitalización bursátil.
Si bien la empresa surcoreana recauda 179 millones de dólares por año, el efecto negativo podría tener un impacto mucho mayor a largo plazo. En tanto, la competencia representada en Apple y Google buscará avanzar y conquistar la participación de mercado que se abre tras su caída.