Inició el juicio oral en los Tribunales de Lomas de Zamora, con el testimonio de un chofer de colectivo y un remisero, que presenciaron el siniestro. También expusieron la tía y la madre de la víctima. Hoy se realiza la segunda audiencia.
Comenzó el juicio oral y público por la muerte de Pablo Gallo, ocurrida el 27 de junio de 2012, a las 4 de la madrugada, en Rafael Calzada. Ezequiel Penedo, de 27 años, está imputado por “homicidio culposo” y llegó en libertad al proceso porque la pena es excarcelable.
Los primeros testigos en declarar fueron: un chofer de la línea 276 y un remisero, que presenciaron el siniestro; y la tía de la víctima, quien ayudó a levantarlo del piso luego de ser atropellado y recolectó restos del auto como prueba del hecho. También prestó su testimonio la madre de Pablo.
El debate se llevó a cabo en el Juzgado en lo Correccional N° 5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Las declaraciones continuarán hoy, desde las 9; y habrá una nueva audiencia el viernes.
“Se espera que se presenten a declarar 16 personas. Las expectativas son de que el acusado que quede preso y le saquen la licencia de conducir”, expresó María Cristina Vega, madre de la víctima, al tiempo que señaló que el imputado es de Rafael Calzada y sigue circulando en la zona como si nada hubiera pasado.
“Tenemos versiones de que es loco por la velocidad, que anda por las calles con una moto que se compró luego de vender el auto con el que atropelló a mi hijo. Lo que me dio más bronca es que sale del juicio manejando el coche de la madre y con la familia. Mientras que nosotros estamos sufriendo, el tipo anda como si nada con una tranquilidad terrible”, indicó.
Durante la jornada llevada a cabo el lunes, Penedo -haciendo uso de su derecho- se negó a declarar, pero se prevé que el viernes pueda presentar su versión de los hechos. Desde la defensa, en tanto, argumentaron que se trató de un accidente.
“El que conduce en alta velocidad y choca a una persona no es un accidente. Lo de Pablo no fue un asesinato y no me voy a cansar de decirlo”, sentenció María Cristina.
A pesar de la incertidumbre que genera el proceso judicial, la familia de la víctima tiene esperanzas de que el acusado cumpla su condena. “Tenemos mucha fe y algo adentro de mi me dice que se va a hacer justicia”, concluyó.
El hecho
Ocurrió alrededor de las 4.20 del 27 de junio de 2012, en el cruce de la avenida San Martín y San Luis, en Rafael Calzada, donde Pablo regresaba en bicicleta de la casa de su primo.
De acuerdo a la acusación, cuando el ciclista cruzaba la avenida fue atropellado por un Renault 19 color blanco que circulaba a gran velocidad. El conductor, rápidamente, se dio a la fuga.
Quienes presenciaron el hecho aportaron datos a la investigación que permitieron identificar al automovilista y reconstruir lo sucedido. También las cámaras de seguridad de la vía pública brindaron una prueba contundente, que permitió la elevación a juicio.