Había estado preso hasta el 2011 por el ataque sexual a su hijastra. Actualmente, se lo acusa del abuso de su propia hija. Aunque era oriundo de Guernica, se ocultaba en una vivienda de la localidad browniana.
Tiene 45 años y está imputado por la violación de su hija, de 12 años. Tras una minuciosa investigación, la Policía lo ubicó en un domicilio de Glew. Ya está en manos de la Justicia.
Se trata de Eduardo Roque Pérez, quien enfrenta los cargos de “abuso sexual reiterado y abuso sexual con acceso carnal agravados, por ser cometidos por un ascendiente y aprovechando la situación de convivencia y corrupción de menores agravada”.
Las pesquisas iniciaron en noviembre de 2015, cuando una vecina de Guernica denunció ante el Gabinete de Delitos Sexuales de la DDI La Plata que su hija de 15 años “había visto a su padre abusando de su hermanita de 12”. El hecho pudo ser comprobado en cámara Gesell.
Inmediatamente, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Guernica ordenó su detención, la cual se hizo efectiva en un domicilio de Glew por personal de la comisaría de Cañuelas.
Fuentes de la investigación informaron que ya había cumplido una pena de siete años por el ataque a su hijastra de 13 años. Durante ese tiempo, la denunciante continúo visitándolo en la cárcel y tuvo cinco hijos más. Por ello, se decidió que las menores queden bajo el cuidado de otros familiares.
