Un estudio reciente reveló que nuestro país es el lugar del mundo donde más se utiliza este tipo de bebida. Sus consecuencias para el organismo son graves. Especialistas advierten que es prioritario rever los hábitos alimenticios.
Una investigación evidenció la estrecha relación entre la ingesta de gaseosa y la detección de enfermedades como diabetes, obesidad y problemas cardíacos.
En Argentina el consumo de bebidas azucaradas por año asciende a un promedio de 131 litros por persona, lo que la ubica primera en un ranking elaborado por la consultora Euromonitor Internacional. Detrás se sitúan Chile, México y Estados Unidos.
"Los argentinos comemos muy poca variedad de alimentos, con bajo nivel nutricional, con grandes proporciones de azúcar, sal y grasas. Usamos pocas verduras y frutas. Por eso estamos frente a una gran epidemia de obesidad”, advierten los expertos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), beber más de cinco vasos por semana de refrescos azucarados incrementa la posibilidad de padecer además hipertensión arterial, resistencia a la insulina, mayores niveles de triglicéridos en sangre, y de reducir el colesterol bueno.
Otro aspecto a tener en cuenta es que cada vez más niños acceden a ellas y a edades más tempranas. 600 ml de gaseosa contienen 14 cucharaditas de azúcar, superando la porción máxima sugerida para todo el día, que es de 10.
Consejos
Frente a este alarmante escenario, el Ministerio de Salud de la Nación difundió un documento en el que brinda una serie de sugerencias básicas para ser adoptadas por las familias: