Se llevaron el portón de entrada, que pesa unos 200 kilos, e intentaron romper la reja de la esquina para ingresar, confirmaron desde la institución en diálogo con De Brown. Fue el segundo hecho delictivo que sufrieron el mes pasado. Antes, habían roto el enrejado de una ventana para entrar al establecimiento educativo. En esa ocasión no se llevaron nada porque la alarma sonó a tiempo.
Otra vez la inseguridad tocó a las puertas de una escuela. Es que estos hechos que mezclan el robo con el vandalismo preocupan a la comunidad educativa y ponen en alerta a los establecimiento de la Región y de la provincia de Buenos Aires en general. En este caso, los damnificados fueron alumnos y docentes de la Escuela N° 60 Joaquín V. González, ubicada en Bolívar y Rosario, Longchamps.
El pasado fin de semana, un grupo de individuos ingresó al establecimiento y se llevó el portón de entrada, el cual pesa cerca de unos 200 kilos. A su vez, intentaron llevarse la reja de la esquina del colegio. Si bien no lo lograron, generaron varios destrozos.
No es el primer hecho que la institución sufre, también en junio habían intentado robarla. En esa oportunidad, los delincuentes ingresaron tras romper el enrejado de la ventana de un salón, entraron al aula y forzaron la puerta. Si bien se disponían a robar, tras pasar al el pasillo, fueron sorprendidos por el intenso sonido del sistema de alarma y huyeron.
“Nos robaron el portón de entrada. Vinieron del Consejo Escolar (CE) a solucionarnos un problema en la puerta principal para que no entren, lo que pasa es que queda muy desprotegido todo. Esto pasó un sábado y el día lunes ya se intentó resolver. Tenemos la puerta de ingreso a la escuela y el portón externo, que estaba como de resguardo, como de protección a las entradas. Ése es el que se llevaron”, explicó la secretaria, Patricia Baud, en diálogo con www.deBrown.com.ar
Según detalló, la puerta de ingreso se puede cerrar, pero temen que esto sea insuficiente ya que, justamente, el portón robado actuaba como escudo, pues la puerta de acceso es similar a la de cualquier vivienda y puede ser violentada fácilmente.
Aunque esta vez no se llevaron nada, el miedo es que en los días en que falte el portón intenten ingresar nuevamente y se lleven materiales, o mobiliarios. A comienzos de la semana, la directora del establecimiento se reunió con los representantes del cuerpo de consejeros escolares, y acordaron cómo se van a llevar a cabo los trabajos de reparación. Sin embargo, el tema aún no está del todo resuelto.
“Tenemos temor porque ya es la segunda vez en el mes de junio que nos robaron. La primera sacaron la reja de una ventana, rompieron toda la puerta de un salón y de esa forma entraron al pasillo. Patearon todos los armarios de los docentes, que se nota que sonó la alarma del jardín de infantes que está atrás y dejaron todas las cosas que están ahí. Y después pasó esto del portón, que es más alevoso, porque pesa más de 200 kilos, la verdad no tenemos idea de cómo. Ahora la finalidad son las rejas parece”, concluyó indignada.
