El gremio de los trabajadores estatales rechazó la propuesta de la Gobernación de un 16% de aumento por considerarla “insuficiente”. Anunciaron una huelga para el 1° de agosto. La decisión complicará la atención en hospitales, escuelas y oficinas públicas.
El conflicto entre la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el gobierno provincial se profundizó. Desde el sector sindical cuestionaron el incremento propuesto porque “no se condice con la inflación” y no tiene en cuenta otros reclamos, como mejores condiciones de empleo.
La entidad que representa al personal del Estado objetó el 16 por ciento de mejora en los salarios, planteado en la paritaria por la administración bonaerense, por entenderla como “insuficiente”.
“Sumado a la suba anterior, estamos hablando del 31 por ciento y la inflación evaluada en el primer semestre en Buenos Aires es más alta, incluso es de dos puntos más”, interpretaron.
De este modo, ejemplificaron que “un salario de 8300 pesos pasaría a 9500, en el caso de los administrativos, que es la categoría más baja”. “El Gobierno tuvo que reconocer que ATE es el gremio de mayor cantidad de afiliados en la provincia y eso nos impulsa a defender más a los trabajadores”, agregaron.
Requieren una ampliación en sus haberes cercana al 40 por ciento para “equilibrar la pérdida del poder adquisitivo y para estar acorde con el índice inflacionario del 43 por ciento que planteó el Gobierno nacional”
Por este motivo, el 1° de agosto harán una retención de tareas que impactará en: