La víctima tenía 11 años cuando los ataques iniciaron. La violó durante cinco años en la casa que compartían en Claypole. La Justicia lo penó con 9 años de prisión. El relato de la menor fue el detonante de la investigación.
Se trata de Manuel Paniagua de 52 años. Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de Lomas de Zamora lo acusaron de “abuso sexual con acceso carnal agravado por aprovecharse de la situación de convivencia preexistente reiterados”. Fue condenado a nueve años de prisión.
La Justicia estableció que Paniagua había iniciado los abusos en 2003, cuando su hijastra tenía 11 años, y la situación se mantuvo hasta el 2008. A su vez, comprobó que los abusos sucedían en la vivienda de la familia, ubicada en la calle French, en Claypole.
El violador “aprovechaba que los hermanos menores no se deban cuenta y que la madre salía a comprar para vulnerar la estabilidad física y emocional de la víctima”, explicaron los abogados de la joven. Con esta operativa, procedió a realizar los abusos durante cinco años.
Paniagua amenazaba a la pequeña con golpear a su madre para que no lo delatara. La víctima, a su vez, aseguró haber advertido a su madre sobre la pesadilla en la que se veía inmersa, pero que ella desatendió su pedido de ayuda.
Por esta razón, un año después de que los abusos cesaran, relató la historia a su hermano, su cuñado y al resto de la familia. Tanto la palabra de los familiares, como los resultados de los peritajes psicológicos, reforzaron la denuncia y sumaron peso al castigo del agresor.