Lucas Sáez vive en Claypole y sufrió hace un mes una brutal golpiza en el local bailable D-One. Aunque ya volvió a su casa, su recuperación será lenta. Como no hay detenidos por lo ocurrido, sus familiares piden Justicia.
Después de varias semanas de angustia, sus médicos autorizaron que regrese a su hogar. No obstante, los fuertes golpes que recibió en su cabeza no le permiten recordar con exactitud lo sucedido como para poder declarar.
“Mi hijo mejora de a poquito cada día, ya no debe seguir su tratamiento en el hospital. Pero no se sabe cuándo va a volver hacer su vida normal. Lo importante es que está vivo”, explicó Alicia Centurion ante www.deBrown.com.ar.
Aunque su estado de salud dejó de ser crítico, preocupan las secuelas psicológicas que pueda tener. “Lucas todavía no puede declarar, así que no hubo avances en la causa. Sabemos que hay mucha corrupción en la noche y que va a ser una larga lucha”, reconoció la mujer.
“El boliche ya no abre hace casi un mes. Estamos buscando testigos porque tenemos algunos, pero por miedo, no se animan a hablar. Vamos a seguir haciendo marchas pacíficas todos los sábados en la ruta 36, Km 25,5 en Varela hasta que haya Justicia”, agregó.
Frente a la falta de información, desde su entorno solicitan que quien tenga algún dato para aportar se comunique telefónicamente al 1566438707 (Alicia) o por medio del perfil de Facebook: “Justicia para Lucas”.
El caso
El sábado 23 de julio, Lucas salió a bailar con sus primos y cuatro amigos. Ingresó al boliche D-One ubicado en la Ruta 36, entre Arrecifes y El Salto, en Florencio Varela.
En horas de la madrugada, los chicos lo perdieron de vista cuando discutía con un grupo de patovicas y no lo volvieron a ver hasta el día siguiente. Por la mañana, su familia lo ubicó en el hospital Evita Pueblo de Berazategui, a donde había ingresado como NN.
Estuvo tres días en coma, con respirador y múltiples fracturas. La investigación está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Varela.