Falta de obras de infraestructura y mantenimiento, reducción de cupos en los comedores y escaso presupuesto, los ejes de protesta de este año, que arrancó con un paro docentes de 21 días. A lo largo de diez meses, los gremios solicitaron al Gobierno provincial aumento de sueldo para los maestros, designación de cargos y la reapertura de paritarias para contrarestar el efecto que provocó la inflación en los salarios.
Se recrudece la crisis de las escuelas públicas y esto se evidenció durante el 2014. Problemas graves de infraestructura, fallas con los servicios de agua y luz, y reducción en los cupos alimentarios, fueron algunos de los tantos temas de la lista de pendientes por la cual los docentes reclamaron a la administración de Daniel Scioli.
Es la suma de los pedidos históricos, que se suman a la desatención que sufren los establecimientos públicos que abren sus puertas diariamente para millones de niños en toda la Provincia. El precedente deja la incertidumbre sobre cómo se desencadenará la situación de cara al 2015 y si las negociaciones de los gremios docentes llegarán a buen puerto antes de que inicie el ciclo lectivo.
El año comenzó con una discusión salarial que reunió desde febrero a las autoridades bonaerenses con los representantes gremiales de los maestros unidos en el Frente Gremial Docente (FGD), integrado por el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTEBA) y la Federación Gremial Docente (FGD); que no logró dar buenos frutos. Es que, al no ser respondidas sus necesidades, los maestros realizaron un paro de 21 días, retrasando el inicio de clases. Afuera de las negociaciones había quedado la Unión de Docentes de Buenos Aires (UDOCBA), que tiempo después sería uno de los gremios que más insistiría en la reapertura de paritarias.
Tras innumerables idas y venidas, las clases comenzaron en abril, cuando ambas partes -funcionarios y representantes gremiales- alcanzaron un entendimiento sobre el monto a aumentar. Sin embargo, sucesivas medidas de fuerza a lo largo del año reclamaron: un reajuste de ese número al sostener que la inflación era superior al porcentaje de incremento acordado. Además, se pidió reiteradamente la creación de una comisión veedora de los precios, tal como se había pactado.
A esto se sumó casi inmediatamente el recorte de los cupos para los comedores escolares y la falta de fondos para los cupos que ya había. Docentes e integrantes de la comunidad educativa en general denunciaron que no solo se había reducido la cantidad de chicos a los que se les daba el almuerzo y/o la merienda, sino que también se habían disminuido los fondos para la compra de alimentos, por lo que la calidad de estos era notoriamente inferior.
Finalmente, hubo marcha atrás, aunque ésta tardara varios meses en volver a regularizarse. En ese lapso, miles de chicos no recibieron el alimento que las escuelas solían suministrarles. UDOCBA reclamó en varias oportunidades no sólo por este problema sino que también denunció que sus afiliados no habían cobrado el incremento salarial que les tocaba percibir. Lograron cobrarlo tras varias marchas a la Casa de Gobierno de la Provincia.
El malestar por los crecientes efectos de la inflación, más lo sucedido con los comedores escolares y la falta de envíos para atender cuestiones de infraestructura en numerosas situaciones, caldeó el panorama de cara a las negociaciones que se deben llevar a cabo para acordar subas y agenda para el próximo año.
En Brown
Al igual que en la mayor parte de la Provincia, en el distrito también faltó el envío de alimentos y de fondos para las escuelas. En muchas escuelas aún están a la espera de una respuestas concreta por parte de la gestión bonaerense. Incendios, robos, vandalismo, falta de mobiliario y edificios propios para cada entidad, encabezan las problemáticas locales.
Escuela 26 de Glew: esperan la construcción de una escuela nueva, ya que la que se utilizó hasta hace poco tenía pedido de demolición desde 1997 y aún así seguía funcionando. En noviembre, un enorme pozo que se abrió en el suelo producto de las falencias cloacales que hicieron que se fuera hundiendo. Paredes y pisos deteriorados obligaron a tomar el edificio para exigir una solución.
Si bien la promesa de una nueva edificación está hecha por parte de las autoridades de Infraestructura provincial, los padres siguen con la medida de fuerza, esperando que se designen aulas provisorias para iniciar las clases el próximo año. Piden garantías de que los niños no volverán al antiguo edificio.
Instituto Superior de Formación Docente 41 de Adrogué: también reclama desde hace años la construcción de un edificio propio, ya que actualmente funciona en el del Colegio Nacional, lo que no le permite tener biblioteca ni laboratorio, así como tampoco la posibilidad de ampliar la oferta académica por falta de espacio donde abrir más comisiones.
Colegio Nacional de Adrogué: los tanques de agua no están bien mantenidos y este año encontraron en ellos palomas muertas, el mobiliario (mesas, sillas, pupitres) es muy anticuado y en mal estado, el predio se inunda cuando llueve, varias veces debieron suspender las clases porque desbordaron los baños.
Jardín 930 de Don Orione: en lo que fue del año sufrió un robo tras otro, los cuales pudieron paliar gracias al aporte solidario de la comunidad browniana, pero pese a lo cual necesitan de las respuestas del Consejo Escolar local, conducido por el Frente para la Victoria.
Escuela 47 de Longchamps: a comienzos de año fue brutalmente incendiada y destrozada, su reconstrucción y puesta en marcha nuevamente se logró gracias al aporte y colaboración de maestros, vecinos, alumnos, padres de alumnos, ex alumnos, artistas y organizaciones que hicieron festivales para recaudar fondos ante la falta de ayuda provincial.
Jardín 910 de Glew: tal como otras instituciones, durante meses se vieron afectados por los recortes de los cupos alimentarios escolares, lo que obligó a pedirles a los papás de los alumnos que el que pudiera colaborara con un paquete de galletitas como para reforzar el alimento que los chicos reciben.
Escuela 21 de Longchamps: una planta de tratamiento de residuos tiene caños que pasan por debajo de los de esta, y podría estar contaminando. Autoridades y miembros de la comunidad educativa en general se encuentran en permanente estado de alerta.
Escuela 37 de Glew: hace poco más de dos meses fue brutalmente saqueada, llevándose mobiliario y elementos utilizados para dar clases. Al marcharse, los delincuentes prendieron fuego absolutamente todo. Sus responsables hicieron lo imposible y lograron dar clases pese al inconveniente sufrido.
Escuela 9 de Rafael Calzada: luego de un fuerte temporal se rompió la membrana, por lo que comenzaron filtraciones y problemas de humedad. Debieron hacer malabares para poder dar clases.
De cara al 2015
Con motivo de evitar lo sucedido este año ante tantos días de paro, la Provincia adelantó el llamado a paritarias, que comenzaron a mediados de este mes con la primera reunión. Sin embarga, una vez finalizada la misma, el titular de SUTEBA, Roberto Baradel, advirtió sobre la necesidad de un “cambio de actitud” por parte de las autoridades provinciales, señalando que estas deberían sentarse a “negociar” y no a “imponer”.
Si bien hubo una primera oferta sobre el básico -no se conoció el porcentaje- respecto a la cual reconocieron que lo mejoraba sustancialmente los maestros marcaron que esto no es suficiente. La próxima reunión está programada para el 5 de enero.
“Si el Gobierno va a tomar la postura de imponer propuestas estará generando condiciones para un futuro conflicto. La paritaria es una negociación, y no es bueno para ninguna negociación, menos aún para una tan compleja como la que define el salario docente, realizar propuestas unilaterales, sin la suficiente flexibilidad para escuchar proposiciones de cambio o mejora”, lanzó Baradel en declaraciones a los medios.
