Aseguran que en los últimos días volvieron a recibir golpes y amenazas por parte de los allegados a Silvano Maidana, imputado por el crimen de la joven. Por disposición judicial, pese a que las familias viven en la misma cuadra, el entorno del homicida tiene prohibido acercarse a los allegados a la víctima.
Los familiares de Romina Acuña, la joven de 20 años que fue asesinada en octubre de 2010 en la puerta de su casa de Ministro Rivadavia, volvieron a denunciar amenazas y golpes por parte del entorno de Silvano Maidana. Se trata del único imputado como autor material del crimen. Ambas familias viven en la misma cuadra, separados apenas por unos metros de distancia.
Según aseguró la mamá de la víctima, Estela Maris Díaz, los allegados del responsable del homicidio -que por estos días está prófugo de la Justicia- atacaron a otra de sus hijas e incluso amenazaron con matarla. Un episodio similar ocurrió hace casi dos meses, cuando Brian, otros de los hermanos de Romina, recibió una fuerte golpiza de parte de sus vecinos.
De acuerdo con el relato de la mujer, en esta oportunidad el grupo siguió a la chica alrededor de unos 500 metros desde que salió de su casa situada en Córdoba al 700. Allí, tras evadir a custodia policial con que cuentan los Acuña, a partir de los reiterados hechos de violencia en su contra, la increparon y la golpearon en la cabeza.
Ante esta situación, Díaz recurrió a la comisaría de Burzaco. Los efectivos no intervinieron de inmediato, por lo cual ella y su familia llamaron a un ambulancia para trasladarla al hospital. Recién después de eso, logró radicar la denuncia.
Frente a lo sucedido, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Lomas de Zamora dispuso una restricción perimetral por la cual los familiares de Maidana no pueden acercarse a los de la chica fallecida. Sin embargo, el temor está latente ya que tan solo unos pocos metros los separan de los agresores.
El crimen
Romina, quien tenía un hijo de dos años en aquel entonces, murió como resultado de un confuso episodio en el cual recibió un disparo en el cuello mientras estaba en la entrada de su casa. En esa misma circunstancia, sufrieron heridas su papá y su hermano.
Por el hecho, el único imputado fue Silvano Maidana, quien vivía en la misma cuadra que la familia Acuña. Según contaron después, en ocasiones anteriores, ya los habían amenazado y agredido.
Si bien la causa estaba archivada, por iniciativa de familiares y amigos logró reactivarse. Ahora, luego de que el fiscal Enrique Ferrari lograra hacer el pedido de captura, está a cargo de su par Leonardo Kaszewski -de la UFI 8- y la investigación está en manos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Esteban Echeverría.