Es habitual que durante los festejos las familias se excedan en la cantidad de comidas y bebidas que consume. Especialistas en nutrición recomiendan mantener una dieta equilibrada y tomar conciencia sobre las consecuencias que esto puede generar en el organismo.
Con motivo de celebrarse la llegada del 2017, se produce una ingesta de platos ricos en grasas y refrescos con alcohol, que puede ocasionar malestares físicos. La clave está en comer y beber con moderación. El calor, también es un factor que puede afectar la digestión.
Desde el Ministerio de Salud bonaerense, recordaron que las preparaciones que comúnmente se utilizan para estas fechas pueden cuadruplicar la cantidad de calorías normales. Esto puede causar problemas como el aumento de peso y los inconvenientes gastrointestinales.
Solicitaron poner especial atención en los pacientes con enfermedades crónicas, como trastornos cardíacos o diabetes, porque pueden padecer una descompensación.
Los nutritionistas ponen especial énfasis en que "no se debe hacer ayuno ni saltarse ninguna de las comidas del día". Advirtieron que se debe optar por platillos más livianos y acordes a la temperatura.
Por otro lado, también es productivo, antes de cenar, consumir agua, fruta o un yogurt; elegir una ensalada como primer plato, ya que otorga saciedad y contienen pocas calorías; usar productos con el menor contenido graso posible y; prescindir de las frituras y salsas a base de crema.
Es importante preparar aperitivos bajos en calorías con abundantes frutas, hielo y sin azúcar; para condimentar, recurrir a las especias en lugar de la sal; elegir porciones pequeñas; masticar despacio y; moderar el consumo de bebidas con alcohol, solamente reservarlas para el momento del brindis.
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