Se trata de Carola Lorenzini. Inauguraron esta mañana un busto de ella en la plaza que lleva su nombre. El acto fue en el marco de un nuevo aniversario de su nacimiento. Conocé los detalles.
*Imágenes: Andrea Bonetto
En el día de su nacimiento, se inauguró un busto en homenaje a Carola Lorenzini en la plaza de Longchamps que precisamente lleva su nombre. Se trata una de las pioneras de la aviación deportiva en la Argentina, la primera piloto femenina en obtener el título de instructora de vuelo en América del Sur y en cruzar el Río de la Plata en un Fleet 51.
La ceremonia se llevó a cabo desde las 10, en el espacio verde ubicado en Palumbo y Carmona. Allí se destacó la importancia de las mujeres y el orgullo que implica para la Región abrazar a tan reconocidas y talentosas profesionales.
La iniciativa de colocar la escultura fue impulsada por los propios vecinos. Participaron del evento el presidente del Concejo Deliberante de Almirante Brown, Juan Fabiani, y el concejal José Lepere, entre otros funcionarios locales.
Nació el 15 de agosto de 1899 en Alejandro Korn. Fue una reconocida piloto argentina que se destacaba del resto por su valentía. Recibió su carnet de aviadora civil en 1933, lo que la convertiría en una de las primeras de su género en obtener el título de instructora de vuelo en América del Sur en 1941 y también en la precursora en cruzar el Río de la Plata de manera solitaria.
Lorenzini era admirada por su destreza para hacer piruetas con las pequeños aeronaves que manejaba. Fue una mujer única en su época. Su cariño por las tradiciones rurales autóctonas y la cultura del país, junto a su costumbre de vestir bombachas criollas, botas y campera de cuero le valieron el apodo de “Paloma Gaucha”.
El 31 de marzo de 1935 batió el récord sudamericano femenino de altura en un avión AC-3 de cabina cerrada. Esto le valió innumerables reconocimientos y la entrega por parte de la Aviación Militar Argentina de una medalla de oro. En 1940, realizó un viaje uniendo las provincias argentinas. Fue tapa de la edición N° 1002 de septiembre de 1938 del importante periódico El Gráfico.
Desafortunadamente, su vida terminó de manera trágica. Cuando estaba llevando adelante una peligrosa exhibición en el aeródromo de Morón, tuvo un problema y su maquina se desplomó. Ese fue el fin de un auténtico espíritu libre cuya vida estuvo colmada de hazañas y todo tipo de récords deportivos.
