Un estudio de la Universidad de Bergen, en Noruega, reveló que la tarea doméstica puede provocar una reducción de la función pulmonar.
La limpieza profunda de una vivienda es satisfactoria. Sin embargo, la realización repetitiva e insistente de esta tarea doméstica puede llegar a ser muy perjudicial para la salud respiratoria advierten los especialistas.
Bajo el lema “Pulmones sanos para la vida”, de la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias (ERS), se realizó en Noruega un estudio que reveló que los productos de limpieza aumentan el riesgo de padecer enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC).
Se debe a la cantidad de químicos utilizados en su contenido. La investigación consistió en examinar los casos de 5.000 mujeres durante un período de 20 años, basados en datos de la Encuesta de Salud Respiratoria de la Comunidad Europea (ECRHS).
El análisis permitió contar con la primera evidencia que se conoce sobre daños pulmonares a causa de la exposición a largo plazo a los productos de limpieza.
Los resultados indicaron que las mujeres que se dedican a la limpieza como trabajo tienen un deterioro de su capacidad pulmonar de un 17 por ciento mayor que el de una mujer promedio. Quienes cumplen regularmente con las tareas del hogar registraron una disminución del 14 por ciento.