En épocas de calor intenso, los chicos eligen las piletas y actividades en las cuales estén en contacto con el agua. Con la repetición diaria de esta práctica, pueden generarse fuertes dolores de oído, uno de los motivos más frecuentes de las visitas al pediatra. Con el fin de prevenirlos, los especialistas brindan consejos para saber cómo tratarla.
La otitis es la inflamación del oído y, según su localización anatómica, se clasifican en otitis externa y otitis media. Las consultas más frecuentes que tienen que ver con el dolor de oído, se refieren a las otitis externas, en las que se inflama el conducto externo y los chicos se quejan asiduamente del dolor. En estos casos, no hace falta medicar con antibióticos. Alcanza con un analgésico y gotas en el conducto auditivo, explicaron pediatras locales.
Ya sea por otitis externa o infecciosa, la Secretaría de Salud de Almirante Brown recomienda no automedicar y acudir de inmediato a un Centro de Salud o guardia pediátrica, para que un profesional indique la medicación más adecuada para cada caso, y en las dosis apropiadas según peso y edad.
En los casos más severos, que generalmente vienen acompañados de fiebre, el profesional descubre con la ayuda del otoscopio una infección en el conducto auditivo. En esos casos, el analgésico viene acompañado de un antibiótico para combatir la infección.
Es importante completar el tratamiento con antibióticos por siete días y volver para un control para ser dados de alta. “Si no se realiza en forma íntegra, por más que el chico se sienta mejor y haya desaparecido el dolor, los síntomas reaparecen a las 48 horas con la complicación de que la bacteria puede hacerse resistente al antibiótico y hay que darle uno más fuerte”, señalaron los especialistas.
Ante una otitis común, se recomienda no sumergirse ni meter la cabeza en el agua durante 48 horas, ya que la presión que ejerce el agua también provoca dolor. En los casos más agudos, la recomendación se extiende a cuatro días.