Con la llegada del frío, desde el ministerio de Salud bonaerense difundieron una serie de recomendaciones para evitar su contagio. La enfermedad es la primera causa de muerte en bebes menores de un año y ya alcanzó un pico de consultas en hospitales de provincia de Buenos Aires.
La bronquiolitis, junto con la bronquitis y la neumonía, forman parte de las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB), que provocan el 10 por ciento de los decesos en chicos de entre un mes y un año.
En este contexto, desde la cartera sanitaria remarcaron a los padres de bebés menores de dos años consultar de inmediato ante la aparición de dificultad respiratoria, agitación y tos. Comunicó que se invirtió un 82 por ciento más que en 2015 en personal de refuerzo y se distribuyó tratamientos para entrega gratuita.
Recalcó que el alerta temprano y el acceso a la atención y tratamiento oportunos, permiten reducir esos riesgos. A su vez, recordó que se reabrieron 2 unidades de terapia intensiva pediátrica, las de los hospitales de General Rodríguez y Lucio Meléndez de Adrogué.
De igual modo, los centros médicos públicos ya recibieron la primera partida de un total de 290 mil tratamientos que adquirió el organismo. Debido a que este año, la circulación del virus de la gripe A (H1N1), conocido como el de la gripe A, desplazó al Sincicial Respiratorio, habitual causante de la bronquiolitis.
Por su parte, la dirección de Epidemiología e Información Sistematiza giró a establecimientos educativos y oficinas gubernamentales un protocolo con las pautas a seguir para evitar la propagación de virus respiratorios y fomentar la consulta temprana.
Igualmente, pidió a las familias poner especial atención cuando los pequeños muestran dificultad para respirar, para comer, agitación, tos, fiebre, silbido de pecho, problemas para dormir, decaimiento e irritabilidad.
El virus se transmite de una persona a otra por el contacto directo con las manos contaminadas con secreciones nasales o a través de gotitas aerotransportadas generadas al toser o estornudar.
¿Cómo puede prevenirse?