Los problemas se agravaron luego del temporal de diciembre del año pasado, cuando los fuertes vientos volaron el techo de una casa y rompieron las membranas de la institución educativa. Debido a esta situación, aún están trabajando en el lugar para resolver las consecuencias que dejó esa tormenta. Los días de lluvia resulta un desafío tener clases.
Pese a los constantes reclamos por las fallas edilicias que existen en los establecimientos educativos de la provincia de Buenos Aires, los problemas continúan y las soluciones tardan en llegar y directamente nunca llegan. Un claro ejemplo es lo que sucede en la escuela secundaria Nº 9 de Rafael Calzada –situada en Sarmiento entre Azopardo y Dardo Rocha-, donde en ocasiones tuvieron que cerrar las puertas porque las goteras y las filtraciones no permiten que los alumnos puedan permanecer en las aulas durante los días de lluvia.
“El año pasado, con el temporal que hubo a principios de diciembre se voló el techo del vecino y rompió la membrana de la escuela y es un tramo bastante grande. El agua se fue filtrando y llueve tanto adentro como afuera”, explicó en diálogo con www.deBrown.com.ar Rodolfo Eisenacht, el director de la institución.
Una situación similar se dio en la escuela primaria 22, que comparte los ingresos y parte del edificio con la 9. Desde allí, en aquel entonces, se sumaron a la disposición de los directivos de la secundaria y decidieron evitar que los estudiantes permanezcan bajo un techo del que ya comenzaron a desprenderse varios fragmentos a causa de la humedad.
Ante este panorama, desde ambas direcciones elevaron una carta al Consejo Escolar, con el objetivo de notificar a las autoridades sobre el grave estado en el que están y dejar en claro los motivos de la interrupción del ciclo lectivo. “Hemos hecho las presentaciones y los pedidos correspondientes, pero todavía no tenemos respuestas”, agregó el directivo.
La problemática también comenzó a difundirse en las redes sociales, donde fueron varias las menciones, los comentarios y las fotografías que evidenciaron el estado actual de las instalaciones del lugar. Allí, también comenzaron a surgir ideas para tratar de reunir el dinero y hacer las refacciones necesarias hasta tanto las autoridades educativas provinciales intervengan. No obstante, “el dinero que se necesita es mucho y la escuela no cuenta con los recursos”, concluyó el directivo.