Se cumplieron diez años del crimen. Familiares y amigos lo recordaron con una ceremonia religiosa celebrada en la parroquia Nuestra Señora de Luján.
Diez años después de aquel triste episodio en el que Nahuel Iraizoz fue asesinado, familiares y amigos del chico que recibió un balazo en la entrada de la maderera que sus padres tenían en Longchamps, lo recordaron con una misa celebrada en la parroquia Nuestra Señora de Luján de esa localidad. Después, también a modo de homenaje, se trasladaron a la plaza situada frente al templo religioso y allí entronizaron una virgen.
“Quiero agradecer a todos los que estuvieron allí, muchos de ellos habían estado en ese lugar hace diez años, porque lo velamos en la iglesia. Fue un poco revivir ese momento tan triste pero también con la alegría del recuerdo”, expresó el papá de la víctima en diálogo con www.deBrown.com.ar, Hugo Iraizoz. De la actividad participó también monseñor Mirko Grbec, de la Diócesis de Lomas de Zamora.
La conmemoración de este nuevo aniversario se dio en un contexto en el que la familia del joven, que al momento del hecho tenía 19 años, aún no encuentra justicia. Una década después, aún esperan que la Sala 3 del Tribunal de Casación dicte el fallo sobre los dos acusados, Alejandro Etchechury e Irineo Rojas.
Si bien antes de mitad de año se abrió una nueva instancia judicial, en la cual tanto la defensa como la querella deberían presentar sus argumentos para “pedir una condena mayor o pedir clemencia”, aún no se concretó el llamado ara que las partes se presenten.
“Todavía no se hicieron las audiencias, seguimos en la misma situación y, además de eso, ya no queda nada por hacer”, agregó el padre de la víctima. Y remarcó que sólo resta seguir esperando para que finalmente se haga justicia.
El caso
El episodio en que Nahuel perdió la vida -tras once días de agonía- ocurrió el 14 de agosto de 2004. Ese día, él y su papá fueron sorprendidos por tres hombres en la maderera que la familia tiene en la localidad browniana y en esas circunstancias recibió un balazo en la cabeza.
En un primer momento el hecho fue investigado como “muerte en ocasión de robo” y en 2007 se llevó a cabo un juicio oral en el cual el Tribunal 9 condenó a Etchechury por “homicidio simple”; a Rojas por “robo en grado de tentativa y encubrimiento de homicidio”, y al ex oficial de la Policía Bonaerense Víctor Hugo Sierra -fallecido en 2010-, por “tentativa de robo seguido de muerte”.
Cuatro años después, la Cámara de Casación condenó a Rojas como “autor penalmente responsable de los delitos de privación ilegal de la libertad con amenazas y arma de fuego, homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa, y portación de arma de guerra sin la debida autorización”; y a Etchechury “como partícipe primario de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa, en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor”.
El año pasado, tras una intensa lucha por parte de la familia, hubo un cambio en la caratula y el crimen quedó calificado como “Homicidio de Nahuel, en complicidad e intento de asesinato hacia Hugo Iraizoz”.