El episodio comenzó en Temperley, donde un grupo de delincuentes interceptó a un escribano y su mujer cuando se trasladaban en su auto. Parte de la banda se llevó a la esposa hasta su casa, donde le sustrajeron dinero y objetos de valor. Fueron liberados ilesos.
Los interceptaron cuando se movilizaban en su camioneta Honda CR-V gris por el cruce de la avenida Meeks y Santiago de Liniers, frente a la estación ferroviaria de Temperley, del partido de Lomas de Zamora.
La banda estaba compuesta por al menos cuatro delincuentes que circulaban en un auto de color negro con el que le cortaron el paso a la camioneta 4x4. Tras abordarlos, interrogaron a las víctimas y le aplicaron varios culatazos en la cabeza al hombre, quien tiene su escribanía en Burzaco y vive en Adrogué.
La banda se dividió para lograr alzara con el botín. Mientras dos de los delincuentes se quedaron con el escribano cautivo, los cómplices llevaron a la esposa a su casa en Adrogué para buscar dinero y robar objetos de valor.
A los pocos minutos, escaparon en el mismo rodado, llevándola nuevamente cautiva. La reunieron con su esposo, los golpearon y finalmente los liberaron en el cruce de la Ruta Nacional N° 4, en Camino de Cintura y Seguí, a la altura de Almirante Brown.
Los delincuentes recolectaron 35 mil pesos en efectivo, 20 dólares que tenía encima una de las víctimas, joyas, celulares y algunos otros elementos de valor.
“Nosotros no somos criminales, somos chorros”, le dijeron los secuestradores al escribano Jorge Natiello (77) cuando lo liberaron. Fuentes policiales confirmaron que las víctimas fueron capturadas bajo la modalidad “autopago”, que se da con secuestros múltiples, donde alguna de las víctimas va a buscar dinero para el rescate.