La OMS lanzó una campaña global y advirtió que la clave es hablarlo. Preocupación por el alto índice en la juventud.
En el informe “Prevenir el suicidio. Un imperativo global”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) da a conocer un detallado escenario que permite evaluar las dimensiones del problema.
Vuelve a alertar que el suicidio constituye un grave problema de salud pública y subraya que es posible reducir este flagelo, que cada vez golpea más a los jóvenes.
“Informar del suicidio de manera apropiada, exacta y potencialmente útil (...) puede prevenir una trágica pérdida de vidas”, afirman desde la OMS.
Según las estadísticas, todos los años mueren en el mundo por esta causa más de 800.000 personas, una cada 40 segundos. Esa cifra supera en número a las muertes por homicidios y guerras combinados, advierten.
El suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. En la Argentina, datos del Ministerio de Salud de la Nación indican que de las alrededor de 6573 muertes anuales en el grupo de entre 15 y 24 años, casi 1000 son por suicidio.
Otro indicios que preocupa es que, por cada adulto que lo concreta, más de 20 lo intentan. Los hombres cuadriplican en número a las mujeres.
Aunque parezcan increíble, para los especialistas exponer la cuestión y masificarlo es efectivo porque con frecuencia el suicidio se consuma en un rapto de desesperanza, un impulso del momento.
Mitos sobre el suicidio