El Gobierno nacional aceptó una suba que venía negando. Sin embargo, acordó con Shell una baja parcial del incremento del 12 por ciento que había anunciado a principios de esta semana.
Otro golpe al bolsillo. La nafta y el gasoil sigue evidenciando una creciente en sus valores en todo el país. Ayer, el Gobierno nacional informó que avalará el aumento del 6 por ciento que anunciaron las petroleras.
La estatizada YPF, que habitualmente tiene los precios más baratos del mercado, aumentará hasta un 6% sus productos, al igual que las bocas de expendio de Esso (Axion), Oil y Petrobras. Por su parte, Shell deberá bajar sus precios hasta convalidar un aumento similar a sus competidores. A principios de esta semana, había anunciado un incremento del 12 por ciento.
Estas acciones son el resultado de cuatro reuniones que mantuvo el sector petrolero con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; y con el ministro de Economía, Axel Kicillof. “Se llegó a un acuerdo con la totalidad de la cadena, pero en lo que atañe a los consumidores se ha establecido un precio máximo de incremento de los combustibles de hasta 6%”, explicó en conferencia de prensa el economista.
Precio del barril
Ante la devaluación del peso, las empresas que venden combustibles comenzaron a sentir la presión. Por este motivo, trataron de proponer alternativas para sortear las dificultados, entre ellas, no tocar el tipo de cambio, pero vender el barril a un precio menor.
Kicillof le prometió que las petroleras le venderían el crudo a 6,88 dólares, el primer escalón de un sendero de precios que aumentaría en los próximos meses para absorber, de a poco, la devaluación de enero y converger, en un futuro cercano, en un tipo de cambio al valor actual. Sin embargo, habrá que ver si resulta en base a los cambios que se irán produciendo a lo largo de los siguientes meses.