Regirá desde este miércoles y rondaría el 30 por ciento. Edesur y Edenor solicitaron incrementos cercanos al 80 por ciento. El Gobierno pretende reducir los subsidios del Estado a la energía.
Aunque la proporción de la suba aún no fue comunicada se estima que superará el 30 por ciento en la mayoría de los casos. Se harán efectivas desde el 1° de febrero.
Fuentes del Ejecutivo nacional indicaron que la disposición pretende "mejorar la calidad del servicio" e incentivar a las empresas a "realizar las inversiones que fueron postergadas".
Sin embargo, hay preocupación en la sociedad por tener que hacerle frente a abultadas facturas, sobre todo en el rubro de comercio minorista y Pymes. También manifestaron su disconformidad instituciones de bien público, clubes barriales y centros cultuales, que ven afectada su continuidad.
En la última audiencia pública que se realizó el 14 de diciembre se anunció que la idea es que la factura de los hogares promedio en el Gran Buenos Aires -con un consumo de 300 kWh/mes- ascienda un 36 por ciento, con un precio final de hasta los 490 pesos.
En dicha oportunidad, Edenor y Edesur pidieron un acrecentamiento superior al 31 por ciento, sin impuestos, con un reajuste en algunos casos superior al 80 por ciento. Y, aclararon que realizarán inversiones por unos 40.000 millones de pesos en cinco años.
Por último, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) adelantó que la idea es "es pasar de una política de subsidio masivo a una de subsidio según capacidad de pago, perfeccionando la tarifa social, y atendiendo la situación de entidades de bien público y usuarios electrodependientes".