Estuvo al frente de la Iglesia San Cayetano casi 20 años. La información.
Imágenes: Eclesia
La comunidad eclesiástica de Almirante Brown y la Región está de luto. Falleció el lunes el párroco emérito de la Iglesia San Cayetano de Burzaco, Carlos Catani. Tenía 85 años.
Sus restos son velados desde anoche en la parroquia, ubicada en Claudio León Sempere 1370. Este martes, a las 13 hs, se celebrará una misa en su memoria y a las 15 hs, en tanto, será sepultado en el cementerio del Pequeño Cottolengo en Claypole.
“Damos gracias a Dios por el don inmenso de su vida”, confiaron desde la iglesia al comunicar la notica por redes sociales.
Nació el 20 de diciembre de 1936. Su camino en la fe comenzó oficialmente el 6 de enero de 1964 cuando fue ordenado sacerdote por el entonces obispo Alejandro Schell.
Luego de unos años, Catani fue designado párroco de San Cayetano el 1 de mayo de 1994. Estuvo al frente de esa comunidad hasta el 3 de diciembre de 2013.
En este escenario, el diputado provincial Mariano Cascallares brindó unas palabras cargadas de sentimiento ante la inminente partida del padre. “Acompañamos a la comunidad de la Parroquia San Cayetano de Burzaco en este momento tan triste por la partida del querido Cura Párroco Emérito, Carlos Catani”, indicó.
Por su parte, el presidente de la ONG Compromiso Ciudadano, Mario Fuentes, también lo despidió en redes. “Me une a él un afecto especial. Personalmente guardaré los mejores recuerdos: catequesis, misas y comuniones. Siempre dispuesto a prestar su oído para escucharnos y brindarnos palabras cálidas”, recordó.
Asimismo, fieles y vecinos también recibieron la noticia con mucho dolor y no dudaron en compartir sus mensajes en el Facebook oficial de la iglesia. “Cuantos años juntos, cuantos momentos compartidos. Hombre con todas las letras, gracias por tanto”, expresó una browniana junto a una serie de fotos con el padre.
Otro seguidor agregó: “Descansa en paz, trabajador infatigable del Reino. Pastor cercano. Predicador valiente. Obrero silencioso. Defensor de los olvidados y perdedores. Enamorado de Jesucristo. Amigo fiel”.
Una joven de la comunidad también quiso despedirlo de manera virtual: “Padrecito de mi corazón. Siempre recordaré los momentos que nos regaló en familia. Ya está con Dios. Descansa en paz”.
