Los contribuyentes alcanzados por la medida son las industrias y empresas no industriales, que generan impactos ambientales en su fase operativa. Tiene como objetivo la generación de un ingreso genuino a fin de sostener los servicios municipales en materia de gestión ambiental de riesgos de origen tecnológico.
Con el avance industrial en el distrito, también se necesitaron nuevas normas en materia de política ambiental para vigilar el correcto proceder de las compañías, a fin de garantizar la seguridad y cuidado del Medio Ambiente en todo el territorio browniano.
Estas medidas tienen que ver con el “control de las actividades alcanzadas por la evaluación ambiental en el ámbito municipal, vigilancia sobre lo que pueda generar riesgo al ambiente, prestación de acciones para actuar en contingencias por riesgo ambiental de origen tecnológico y monitorio ambiental, derivados del cumplimiento del punto 17 del Artículo 27º de la Ley Orgánica de las Municipalidades y del Artículo 93º del Decreto Nº 1741/96, reglamentario de la Ley Nº 11.459”.
Asimismo, involucra “los servicios asociados al desarrollo de una epidemiología y los dispositivos de atención primaria de la salud, en función de riesgos ambientales territorialmente identificados; y los servicios, prevención y respuesta a emergencia de la defensa civil en atención a los riesgos alcanzados”.
Por este motivo, en 2008, bajo la conducción de Darío Giustozzi, se creó la Agencia de Política Ambiental y Desarrollo Sustentable, la cual se ha orientado a supervisar dichas tareas. Sin embargo, con el paso del tiempo, este crecimiento ha requerido de nuevos controles y en mayor cantidad. Así es que, a partir de este año, en la gestión del intendente Daniel Boletieri, se ha procedido a la puesta en marcha de una herramienta innovadora en materia de financiamiento de la política ambiental local.
Se trata de dar sostenimiento financiero a las acciones de control sobre los establecimientos donde la Comuna tiene competencia directa, así como también acciones de vigilancia sobre las que dependen en primera instancia de otros organismos, tales como las acciones de monitoreo de recursos, las acciones vinculadas a los planes de contingencia de riesgo tecnológico y aquellas tendientes a reducir la vulnerabilidad social.
A partir de enero de 2014, un conjunto de empresas han comenzado a tributar la “Tasa por Fiscalización y Riesgo Ambiental” en Almirante Brown, con el propósito de generar un ingreso genuino a los fines de sostener los servicios municipales en materia de gestión ambiental de riesgos de origen tecnológico.
Los contribuyentes alcanzados por la nueva tasa son las industrias en todas sus categorías (primera, segunda y tercera) y aquellas empresas no industriales que generan impactos ambientales en su fase operativa, como predios con almacenamiento o fraccionamiento de sustancias peligrosas y servicios como lubricentros y atmosféricos.
La tasa constituye una herramienta innovadora que fue desarrollada por la Agencia de Política Ambiental y Desarrollo Sustentable, dependiente de la Secretaría de Coordinación de Gabinete y Gestión Urbana, y la Secretaría de Hacienda del municipio de Almirante Brown. La recaudación correspondiente al mes de enero ha sido exitosa, esto significa un paso importante en el fortalecimiento institucional de las políticas ambientales, como políticas de estado a escala local.
Este nuevo sistema afirma y da previsibilidad a la continuidad en los trabajos de colaboración y articulación con organismos como la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) y los provinciales como el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) y la Autoridad del Agua (ADA).
Fórmula para calcular la tasa
La liquidación de la misma está sujeta a una fórmula polinómica, la cual busca establecer equidad contributiva según tamaño e impactos generados. Cuota x ( K + Efl.liq + Efl.G) x R = Tasa L x Z x X. El cálculo tiene como base una “Cuota” que refiere a la tasa de Servicios Generales (asimilable al ABL en otros municipios), la misma es multiplicada por factores asociados a impactos negativos.
K= niveles de complejidad de los establecimientos, a mayor complejidad, mayor el valor del factor.
Efl Liq = Efluentes líquidos; con valor diferencial según cantidad
Efl G = Efluentes gaseosos; con valor diferencial según complejidad del establecimiento.
La fórmula tiene en el divisor, factores que miden impactos o acciones positivas:
L = factor que mide cantidad de empleados por superficie construida, tendiendo a que pague menos quien genera mayor trabajo intensivo.
Z= factor que asociado a las certificación de normas ISO 9000 y 14.000, teniendo esta última la mayor puntuación.
Finalmente, la fórmula tiene un factor de ordenamiento territorial R, un multiplicador que incrementa en un 50% a las empresas localizadas fuera del Sector Industrial Planificado. X es un factor correctivo, a los fines de dimensionar la tasa a los objetivos de recaudación en razón de los gastos proyectados de los servicios que se prestan.