Las autoridades brasileñas declararon algunas regiones como “áreas de riesgo”. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que aquellas personas que vacacionen en ese país se vacunen. Se trata de la forma más eficaz de prevenir la enfermedad. Hay operativos en Argentina.
La Fiebre Amarilla (FA) es una enfermedad vírica aguda y hemorrágica transmitida por mosquitos infectados; una patología que resurgió en Brasil y ya se cobró una quincena de vidas en lo que va del año
En 2017, el 72 por ciento de los casos se registraron en San Pablo. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de calificar a ese lugar como un “área de riesgo”.
El anunció alertó a todos en Argentina pero aumentó aún más la preocupación para aquellas personas que ya tenían pautadas sus vacaciones en ese país. En tanto, en Capital Federal los viajeros hacen largas colas en hospitales y dispensarios para aplicarse la dosis.
Según aconsejan los especialistas, lo ideal es vacunarse diez días antes de emprender el viaje ya sea en avión, por tierra o agua. Y llevar repelente, especialmente los elaborados con dietiltoluamida (DEET). Es que el contagio sólo ocurre mediante la picadura.
Los primeros signos son: fiebre, cefaleas, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio. Además, el período de incubación es de tres a seis días; y en muchos casos son asintomáticos.
Incluso, en la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en tres o cuatro días. Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes entran a las 24 horas de la remisión inicial en una segunda fase, más tóxica.
Así, vuelve la fiebre elevada y se ven afectados varios órganos, generalmente el hígado y los riñones. En esa circunstancia es frecuente la ictericia (color amarillento de la piel y los ojos, hecho que ha dado nombre a la enfermedad). Además, el color oscuro de la orina y el dolor abdominal con vómitos.
Asimismo, puede haber hemorragias orales, nasales, oculares o gástricas. En consecuencia, la mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren en un plazo de siete a 10 días.
El virus de la fiebre amarilla es un arbovirus del género Flavivirus transmitido por mosquitos de los géneros Aedes y Haemogogus. Se trata de los mismos insectos portadores de Dengue y Zika.
Esta enfermedad puede prevenirse con una vacuna muy eficaz, segura y asequible. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de otra de refuerzo. Para conocer los centros habilitados, haga clic aquí.
De esta manera, la vacuna ofrece una inmunidad efectiva al 99 por ciento de las personas vacunadas en un plazo de 30 días. Ante la menor duda, los profesionales aconsejan no automedicarse y acudir rápidamente al centro de salud más cercano.