Un bóxer había sido secuestrado en la casa donde el asesino se había cambiado. Tenía sangre y rastros de esperma de una persona mayor de 50 años. Investigan la participación de más involucrados.
Avanza la investigación por el crimen de Estefanía Bonome. Se trata de la pequeña de 9 años que fue encontraba muerta en José Mármol. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad y un calzoncillo serían claves para determinar la participación de más personas.
El cuerpo de la niña fue hallado el 25 de octubre. Mijael Yobanovich, primo de la menor, admitió ser el autor material. Según declaró, la asesinó en un galpón que le pertenece a su familia. Después, con una camioneta que utilizan para el reparto de helados, arrojó el cuerpo en las vías, volvió a limpiar la escena del crimen y retornó a la vivienda, ubicada a unos metros de allí.
“Entregaron las filmaciones de la casa del tío de la fecha del 25, donde ocurrió el hecho. De esas filmaciones. En principio, se observan actos de encubrimiento por parte de la familia”, contó Martín Francolino, abogado de la familia de la víctima, en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Además, de ese mismo lugar, solicitaron las grabaciones de las horas anteriores y posteriores al homicidio de la niña. También esperan las provenientes a las cámaras de unos domicilios localizados en las inmediaciones de la escena del crimen.
Un dato clave para la investigación es un calzoncillo. Fue secuestrado en la casa donde Mijael se habría cambiado de ropa tras haber arrojado el cuerpo de Estefanía. “Tiene rastros de esperma, pero la particularidad de ese rastro es que proviene de una persona mayor de 50 años”, detalló el profesional.
La prenda íntima se encuentra además manchada con sangre que sería de la víctima. En este marco, solicitaron una pericia para determinar el origen de la misma. “Lo que se debe determinar es si el chico se limpió con ese bóxer cuando llegó o si ese bóxer estaba en la escena del crimen el día que ocurrió el hecho”, señaló.
Mijael fue declarado “inimputable” por tener 15 años. Fue recluido en un instituto de menores de alta seguridad. Aún esperan los resultados de los estudios psicológicos y psiquiátricos practicados al adolescente. Dependiendo de ello, podría ser internado un establecimiento de salud mental.
No se pudo determinar si la menor fue abusada, pero si se cree que hubo un intento, por el tipo de lesiones que presentaba en el cuerpo. Aguardan aún dos informes que serán claves. No obstante, no descartan nada, incluso que otra persona esté involucrada.
“Lo extraño es que el esperma que tiene el bóxer manchado con sangre sea de una persona mayor de 50 años. Entendemos que pudo haber más participes o encubridores”, resaltó Francolino a este medio.
