Un oficial de la Bonaerense desarticuló a una banda que se dedicaba a realizar raptos y solicitar rescates en efectivo a los familiares. Operaban en Longchamps y Glew. Eran monitoreados por dispositivos de vigilancia en sus tobillos.
El hecho ocurrió en Longchamps, cuando un agente de la Policia de Buenos Aires se enfrentó a un grupo que realizaba secuestros express en la zona. Tras un tiroteo, dos de los sujetos resultaron heridos. Tenían tobilleras, por lo que gozaban del beneficio de prisión domiciliaria.
Los secuestradores actuaban en el territorio de Longchamps y Glew. Capturaban a sus víctimas y los privaban de su libertad con el fin de recibir dinero de sus familias. Los liberaban luego de cumplir dicho objetivo.
El uniformado pertenece a la Comisaría 2da de Burzaco. Fue advertido de la presencia de los asaltantes por el conductor de un vehículo que había logrado escapar de un rapto.
Fue en ese momento cuando los sujetos descendieron de un rodado y se produjo un tiroteo. Si bien dos de los delincuentes resultaron heridos, pudieron darse a la fuga ayudados por sus cómplices.
Ante un intenso rastrillaje, fueron encontrados en una remisería en Guernica, en Presidente Perón. Los trasladaron de urgencia a un hospital de la zona debido a las graves heridas producidas por los disparos.
