En su mensaje por Pascua, la Conferencia Episcopal Argentina planteó que el nuestro es un país "dividido que no da soluciones a los problemas de la gente" pero manifestó su fe en la unión de los ciudadanos.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, difundió un texto en el que defendió “la auténtica vida en democracia” y exteriorizó su preocupación por las “víctimas de la violencia”.
Durante las celebraciones de Semana Santa, cuestionó la existencia de “un país dividido que no encuentra ni da soluciones a los problemas de la gente, especialmente de los más necesitados".
"Es necesaria y urgente recrear una cultura que tenga su fuente en el diálogo y el respeto, en la honestidad y la ejemplaridad, en el marco institucional de los poderes del Estado, como expresión de una auténtica vida en democracia", destacó monseñor Arancedo.
En el mismo sentido, reconoció que a la comunidad religiosa esto "le duele y avergüenza”. “Pero no nos debe vencer ni hacer bajar los brazos respecto a la dignidad y defensa de toda vida humana, como la búsqueda de la verdad y la justicia, del amor, la concordia y la paz", amplió.
Por otro lado, valoró que "Pascua es el sí de Dios, dado en Jesucristo, que refuerza nuestra esperanza y alienta el compromiso con estos ideales".
"Pido al Señor que sepamos aprovechar este tiempo para ahondar en nuestra condición de hijos de un Dios que es Padre y nos ama, y así descubrirnos hermanos, para juntos sentirnos parte de una Patria que nos necesita y espera lo mejor de cada uno de nosotros”, finalizó.