Con el arribo de los primeros días de calor, muchas personas comienzan a sufrir las consecuencias de una enfermedad que está cada vez más extendida. En la mayoría de los casos, los cuadros alérgicos son generados por el polen presente en los árboles y plantas.
El buen tiempo, el sol, las lluvias primaverales, los días más largos y las alergias, definen a esta época del año que está por comenzar. La dolencia afecta a grandes y chicos y se caracteriza por la irritación de ojos, nariz, paladar y faringe.
Según un estudio reciente el 18 por ciento de los argentinos ya empezó a padecer algunos de esos signos. Debido a que las alergias estacionales son provocadas básicamente por la explosión que al polen, especialistas aconsejan no automedicarse y consultar a un médico.
Es que la rinitis alérgica suele ser confundida con un resfrío común. Pero suele durar más tiempo y requiere medicación específica.
Básicamente, es la reacción frente a un agente externo y nocivo que suele atacar nuestro organismo. Algunos pacientes deben convivir con ella de forma crónica.
Pero, no sólo las plantas son las responsables del padecimiento, también pueden generarlo el polvo que circula en los ambientes, el pelo de perros y gatos, los insecticidas, detergentes y lavandinas.
No existe un único tratamiento que cure totalmente una alergia, pero sí se puede aliviar sus manifestaciones.
¿Cómo controlarla?