Durante el verano, la piel está expuesta al intenso calor y a los rayos del sol durante gran parte del día. Esto puede traer consecuencias que, en muchos casos, son irreversibles. Los especialistas médicos advierten que las consecuencias pueden ser manchas, enrojecimiento, ampollas y quemaduras, entre otras. ¿Cómo debemos prevenirlo?.
Con la llegada del verano años tras años la protección de la piel debe ser más frecuente y habitual. Los horarios para tomar sol se reducen cada vez más para cuidar la dermis de posibles problemas que suele aparecer al exponerse al sol no apto. Por eso, es fundamental tomar los recaudos necesarios y la información posible para evitarlo.
En diálogo con www.deBrown.com.ar el dermatólogo, Luis Serrano (M.P 27218/ M.N 52001) señaló que "para el correcto cuidado de la piel durante el verano hay que usar un protector solar arriba de 30 y de una marca seria; y se debe renovarlo cada dos horas aproximadamente, ya que la mayoría son resistentes al agua aunque se sumerjan la protección continúa".
"Es importante buscar cremas y que sean de laboratorios que trabajen con seriedad, porque muchas veces una cualquier marca no cumple la función que dice. Además, hay que tener en cuenta utilizar la protección recomendada por el dermatólogo de confianza", agregó el especialista.
En este marco, explicó que "las quemaduras que sufren en la primera infancia son acumulativas y después aparecen lesiones a futuro, que muchas de esas pueden ser malignas". Además, Serrano indicó que las mayoría de veces las lesiones más frecuentes son de primer grado, después pasan a una quemadura de segundo grado -cuando aparecen ampollas.
"Cuando la exposición es muy prolongada es necesario utilizar un cierto tipo de protección que sea eficiente, pero además repetir el uso cada dos horas, para asegurar un cuidado correcto", informó.
Por último, remarcó que "en los chicos es recomendable que se expongan al sol antes de las 10, durante las mañana, y después de las 17". "Cualquier edad está expuesto a la quemadura, pero por supuesto un bebe está más expuesto que un adulto porque su piel obviamente es más sensible y delicada", concluyó.
