Padres, chicos y ex profesores marcharon para reclamar la normalización de la institución. Actualmente, funciona bajo una “comisión” que, desde febrero, le prohíbe el ingreso a 140 familias.
Con carteles, bombos y cantos, los vecinos se reunieron en la puerta del Club Progreso de Adrogué, situado en Amenedo 81, para reclamar que la entidad vuelva a desarrollar actividades deportivas e incorpore a los profesores despedidos. La convocatoria se organizó a través de las redes sociales.
Tanto las familias de los chicos que practican “Baby Fútbol” como los jugadores de Boccias, vitalicios del club y entrenadores, exigen el reemplazo del actual presidente, Daniel Lara, por haber ejercido ese cargo durante diez años sin presentar documentación alguna.
Según descubrieron, después de reiteradas visitas a la Dirección de Personas Jurídicas de La Plata, Lara no rinde balances ni libros contables y no renueva la nómina de la comisión directiva desde 2002. Es que aunque nunca permitió el nombramiento a los socios, que ahora dice desconocer, sí exigió el pago de una cuota social durante todo este tiempo.
Luego del descontento que se generó a principios de este año, los manifestantes detallaron que el titular conformó una "comisión normalizadora" pero "integrada por su esposa, su hija y su secretaria".
“Hace 14 años que el Baby Fútbol mantiene al club. Reclamamos porque nos echan a nosotros, y no a ellos, que son los que están fuera de regla y dejan a los pibes sin lugar”, argumentó el ex profesor de la actividad, Marcos Crouzat, alejado del cargo luego de 20 años de servicio.
En este aspecto, Crouzat inició acciones legales contra Lara, que se mantendrán hasta que el presidente deje de ejercer su labor.
En el medio, se encuentran los chicos. El deporte es el máximo agente socializador que, desde la infancia, inculca los valores de la responsabilidad, el compañerismo, la constancia y el sentimiento de pertenencia a la comunidad deportiva. Pero esas nociones parecen haber sido arrebatadas.
Como ya no cuentan con una cancha propia, diversos clubes, entre ellos el Club Atlético Brown de Adrogué, les cedieron sus instalaciones para los entrenamientos y los partidos oficiales del torneo. “Estamos viviendo de prestado”, aseguró el entrenador, que sigue acompañando a los chicos.
“No podemos seguir así. El club es de ellos y no queremos que lo privaticen”, enfatizó Angela Morinico, una de las madres que asistió a la protesta. Rolando Toledo, papá de chicos que asistían a la entidad, afirmó que quieren volver al club junto con los profesores que “dejaron en la calle”.
La intervención es la única salida que los concurrentes encuentran. Requieren que se implemente para, mediante una asamblea, conformar una nueva comisión directiva.
El delegado de boccias con 25 años de antigüedad, Oscar Mario Blanco, asegura que borraron a los socios “de un plumazo”. Y agregó que espera contar con la ayuda del Municipio de Almirante Brown para armar la comisión y “encaminar” de vuelta la institución. La documentación del caso ya fue presentada a las autoridades municipales. “Luchamos por un bien común”, concluyó.
De la actual "comisión normalizadora", sólo se conoció un comunicado que, vía Facebook, sostiene una versión totalmente contraria a la de los que se presentaron en la marcha. Acusan a Marcos Crouzat de estafador y de enriquecimiento, entre otras cuestiones. Sin embargo, en la manifestación realizada ayer ningún participante de la comisión se hizo presente para brindar su postura.
Luego de concentrarse en el ingreso al club, se movilizaron hasta la residencia de Daniel Lara, ubicada a pocas cuadras de allí. Entrada la noche, terminaron la caminata en el Estudio Jurídico Salvadores & Asociados, que pertenece a los magistrados que analizan la causa. Fueron escoltados en todo momento por patrulleros policiales, que cortaron las calles, y agentes de la Policía Local.