Se disputaron los Juegos Mundiales de Trasplantados 2015 en Mar del Plata. La delegación nacional consiguió un total de 144 preseas, 8 de ellas fueron aportadas por los deportistas locales: Hernán Sachero y Matías Cano. Ambos compitieron en natación.
En el cierre del campeonato quedó Gran Bretaña en primer lugar, con un total de 245 medallas, seguida por Argentina con 144 y Sudáfrica completó el podio con 89. La actuación del equipo nacional fue la más destacada de toda su historia, en cantidad de galardones obtenidos, posición dentro de la clasificación general y por ser el plantel más numeroso desde que participa de esta competencia.
Parte de estos logros alcanzados fueron el aporte de dos brownianos de pura cepa: Hernán Sachero y Matías Cano, quienes se destacaron en natación. El primero de ellos, nacido en Burzaco hace 36 años, consiguió 3 preseas doradas, 2 de plata y 1 de bronce; mientras que el oriundo de Longchamps, con sólo 12 años, cosechó 2 de bronce.
“El balance es altamente positivo. Estuvieron mis amigos, mi familia y los seres que más amo. Nos rompimos el lomo durante cinco meses, dejando de lado muchas cosas para poder estar a la altura de las circunstancias, era nuestro mundial y por suerte todos realizamos una producción impresionante”, señaló Sachero en diálogo con www.deBrown.com.ar
Además de ser atleta, Hernán es periodista y vicepresidente de la Asociación de los Deportistas Trasplantados de la República Argentina (ADETRA). El 14 de noviembre de 2008 le detectaron una insuficiencia renal crónica y la salida para seguir viviendo era un trasplante de riñón o estar conectado a una máquina de diálisis. A partir de ese día, su vida cambió.
Pasado un tiempo, conoció la información de que mediante un pariente que comparta grupo, factor y la compatibilidad genética adecuada, el proceso se podía hacer con un donante vivo. De ahí en más, la familia se puso a disposición y su “ángel guardián” terminó siendo su hermana menor Vanina. El trasplante finalmente se produjo el 25 de abril de 2011.
Esta historia tiene un dato muy particular. Vanina había sido mama primeriza, pero nada detuvo su decisión de dar vida y dejó a su hijita de 3 meses para entrar nuevamente en un quirófano, con todo lo que ello implica, y así en poco tiempo darle vida a 2 personas.
Cano, por su parte, antes de vivir este presente transitó varias intervenciones quirúrgicas. A los 8 años, ya estaba en lista de espera para un trasplante de riñón. Luego de más de seis operativos que no pudieron ser, recibió la esperada donación en el Hospital Garrahan en 2013.
“Después de la operación, los médicos me recomendaron practicar natación porque me hacía bien al cuerpo y la verdad es que descubrí un mundo maravilloso. Es mi primer mundial y lo viví como una experiencia única que no se borrará fácilmente de mi memoria”, expresó en declaraciones a este medio.
El Mundial para Trasplantados es sin lugar a duda el mayor evento en su tipo, el cual deja ver la excelente calidad de vida que se puede alcanzar después de un trasplante. Asimismo, detrás de cada deportista, hay una historia de vida que demuestra la importancia de la donación de órganos, tejidos y células que las hacen posibles.