El hecho había ocurrido el martes en Parque Patricios. La detención se concretó anoche en la comisaría 5ta. de Almirante Brown, donde el director de la comunidad terapéutica "El Tambo" se presentó junto a un paciente identificado como Andrés Resina (38). La jueza dispuso medidas para verificar la autoría del hecho.
Un hombre fue detenido en anoche Rafael Calzada luego de confesar en un centro de rehabilitación que el martes había prendido fuego a un taxista para robarle en el barrio porteño de Parque Patricios. En diálogo con www.deBrown.com.ar fuentes policiales locales confirmaron que la aprehensión se realizó en la comisaría 5ta de la mencionada localidad.
Se presentó a confesar con el director de la comunidad terapéutica "El Tambo". La autoridad de dicho grupo de contención contó a los policías que el paciente identificado como Andrés Resina, de 38 años, relató que el día anterior había prendido fuego a un taxista para robarle y por eso había resuelto presentarse en la comisaría.
La fiscalía porteña que interviene por el caso dispuso que se le tome una declaración completa al psicólogo y, en base a esto, solicitó a la jueza interviniente en la causa, María Gabriela Lanz, la detención del paciente. La magistrada hizo lugar al pedido y ordenó además diversas medidas, entre ellas, que se le realice un examen médico legal con especificación de las posibles partes del cuerpo quemadas de reciente data.
Según informaron las fuentes, el imputado reúne las características físicas coincidentes con las aportadas por el damnificado en la declaración que se le tomara la sala de terapia intensiva del Hospital de Quemados, donde aún permanece internado.
El hecho había ocurrido alrededor de las 23:30 del martes, cuando el taxista Alberto Omar Joira (51), tomó un viaje en el cruce de avenida Juan de Garay y Bernardo de Irigoyen, del barrio porteño de Constitución. El supuesto pasajero subió al taxi Volkswagen Suran y le indicó que se dirigiera hacia el vecino barrio de Parque Patricios.
Al llegar a destino, en la intersección de Rondeau y Alberti, el delincuente extrajo una botella con un líquido inflamable, se la exhibió al conductor y le dijo que si no le entregaba el dinero de la recaudación lo rociaría y luego le prendería fuego. Una vez que el hombre le dio todo el dinero, el atacante lo roció con el contenido de la botella. Pese al pedido reiterado de que lo dejara en paz y se llevara todo, el delincuente sacó un encendedor y lo prendió fuego.
El taxista logró sacarse el cinturón de seguridad, se tiró a una zanja y logró apagar parte de las llamas, mientras el atacante escapó cuando el vehículo ardía. La víctima fue llevada al hospital de Quemados con heridas en parte del torso, la espalda, piernas y brazos, por lo que fue intervenido quirúrgicamente y aún permanece internado.
