Será en el Tribunal Oral en lo Criminal N°9 de Lomas de Zamora. La causa por la muerte de Sofría Maier, la joven oriunda de Ministro Rivadavia ocurrido en 2013, tiene como imputado a quien fuera su pareja y el padre de su hija. Está caratulada como “homicidio agravado”.
Después de dos jornadas de declaraciones, este jueves se conocerán los alegatos en el proceso judicial que se sigue contra Jonathan Paniagua por el crimen de Sofía Maier. Se trata de la chica de 20 años que murió el 7 de noviembre de 2013, luego de recibir 16 puñaladas.
Durante la segunda audiencia, desarrollada el jueves pasado en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, ofreció su testimonio el imputado. En el relato, aseguró no recordar el momento en que ocurrió el ataque, pero sí los instantes previos.
“No se acuerda que la acuchilló, sí que habían discutido y que ella antes se enojó, agarró un cuchillo e intentó clavárselo”, contó a www.deBrown.com.ar la abuela de Sofía, la periodista local Virginia Andino.
Según agregó la mujer, Paniagua “recuerda que salió corriendo, que no sabía nada, y que de repente se encontró en las vías porque, supuestamente, se quería tirar abajo del tren”.
En el primer encuentro ante el tribunal -ocurrido el martes 5- habían declarado la madre de la víctima, un tío y un amigo del acusado, que fue quien lo llevó a la comisaría de Longchamps luego de que le confesara lo que había hecho.
“Fue muy duro escuchar y revivir todo lo sucedido. Queremos agradecer a todos los que están con nosotros en este difícil momento”, reconoció Andino ante este medio.
Durante todo el procedimiento, los familiares de Sofía estuvieron acompañados por las abogadas Natalia y Mabel Benítez -concejal browniana-, a quienes le agradecieron por el asesoramiento que le brindaron desde que ocurrió el trágico episodio.
El crimen
El 7 de noviembre de 2013 Sofía y Jonathan se encontraron en la casa que habían compartido, ubicada en Barrios, entre Cevallos y Espora, en el barrio Ministro Rivadavia. Con ellos estaba la hija de ambos. Hacía tres meses que estaban separados, las “idas y vueltas” entre los dos jóvenes eran habituales, pero aquel día fatídico él había ido a buscarla con el pretexto de ver a la menor.
Tras una discusión, el joven agredió a la chica. De acuerdo a las pericias, la mató de 16 puñaladas, de distinta profundidad, y le quebró un brazo. Luego, se escapó y fue encontrado por amigos de la pareja junto a las vías del tren, a la altura de Longchamps.
Jonathan les había revelado que se quería matar por lo que había hecho. Sin embargo, uno de los jóvenes lo convenció para que se entregara a la policía diciéndole que la chica no había muerto. Una vez allí, confesó el asesinato.
