Johanna Carrera, de 14 años, faltaba de su casa desde el domingo a la noche, cuando sus hermanas la vieron por última vez. Sus papás hicieron la denuncia en la comisaría sexta de Almirante Brown, que activo rápidamente los operativos de rastreo para dar con el paradero de la menor. A última hora del lunes, pudieron encontrarla y llevarla a su hogar.
La familia de Johanna Edith Carrera, de 14 años, respira tranquila, ahora que la joven de Claypole regresó al hogar. Su mamá, Lorena Báez, confirmó a www.deBrown.com.ar que “se encuentra sana y salva”. Agradeció el rápido accionar de la Policía y la difusión que se logró a través de las redes sociales.
“Ya se encuentra en casa. Ella apareció gracias al eficiente proceder de la comisaría de Claypole, la colaboración incondicional del superior a cargo de la misma, y la Brigada de Inteligencia, gracias a ellos se pudo ubicar la dirección donde se hallaba”, señaló Báez.
Y añadió: “Fue gracias a la presión que pusieron en ese lugar, por eso Johanna apareció caminando por la zona donde la Policía hacía hincapié que estaba. Gracias a todos por el apoyo”.
Tanto Lorena como su esposo se enteraron que su hija estaba ausente de la casa de la calle Billinghursts el lunes cerca de las 3 de la mañana, cuando las tres hermanas de Johanna los llamaron al trabajo para decirles que no la encontraban.
Se suponían que la chica estaba en la casa de sus tíos, que se encuentra debajo de la de ellos, saludando a sus primas, tal como les había dicho. Pero cuando cerca de las 22 bajaron a llamarla para irse a dormir, no la encontraron.
Al darle aviso a sus padres, que estaban en plena jornada laboral, los inundó la desesperación. Rápidamente iniciaron la búsqueda por el barrio, incluso familiares se acercaron hasta la Escuela Técnica de Claypole donde concurre la adolescente.
Amigos, vecinos, compañeros de colegio y docentes se sumaron a la búsqueda, colocando carteles con su foto. Consultando a quienes podrían saber algo de ella o haberla visto en las últimas horas para tratar, de algún modo, de rastrear su camino.
Finalmente, después de intensos trabajos por todo el Distrito, efectivos locales pudieron ubicarla, no muy lejos de su casa y sola, caminando por la calle. Por el momento se desconocen las razones por las que se marchó, dado que -en apariencia- no tenía problemas con sus compañeros de estudio, ni con sus familiares, ni ningún otro tipo de conflicto.
Sin embargo, antes de partir, Johanna había dejado una carta en la que decía: “Yo no fumo, yo no tomo, yo no me drogo, no tengo novio, no salgo, y quiero conocer todo eso a la fuerza”.
Sin lugar a dudas, las horas vividas fueron una tortura para la familia. Pero, 24 horas después de su desaparición, ya se encuentra con sus papás y sus hermanas sana y salva.