Inician nuevamente las jornadas testimoniales. La situación de David Benítez, ex oficial de la Bonaerense acusado por el crimen del futbolista, es cada vez más complicada a raíz de los relatos de sus propios testigos.
En el Tribunal Oral Criminal N° 10 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, proseguirá esta semana con dos jornadas testimoniales en el juicio oral que se le sigue al ex oficial de la Policía bonaerense David Ramón Benítez, por el asesinato de Lautaro Bugatto, ocurrido en mayo de 2012, en Burzaco.
Tras las primeras audiencias, la situación del imputado se hizo cada vez más complicada. Por su parte, la familia de Lautaro desmintió la versión que el ex policía intentó instalar, sobre el uso de su arma en legítima defensa ante el ataque de delincuentes. Por otro lado, el testimonio de sus propios allegados, quienes presentaron algunas incongruencias en sus relatos.
La pareja, una hermana y hasta la hija adolescente de Benítez ofrecieron distintas versiones de lo sucedido, a partir de que todo se inició con el intento de robo al ciclomotor, donde se desplazaban, y que el policía disparó desde su auto para impedirlo.
Benítez llegó al debate en libertad al ser beneficiado por una polémica excarcelación. Durante todas sus exposiciones, siempre planteó que repelió una agresión armada, al enfrentarse a tiros con un grupo de jóvenes, entre quienes estaba Lautaro Bugatto, quien murió al recibir un balazo en la espalda, a pocos metros de su casa, en el cruce de la avenida Monteverde y Pedro Goyena de Burzaco.
Sin embargo, esto se contradice con las pericias balísticas, que nunca demostraron la existencia de intercambio de proyectiles. Los amigos de Lautaro Bugatto, en declaraciones ante el Tribunal, aseguraron nunca haber escuchado la voz de alto, tal como sostiene el imputado. Además, afirmaron que al momento del hecho estaban subiéndose al auto, en la puerta de la casa de la víctima, para ir juntos a bailar.
