La institución, fundada en 1935 por el sacerdote italiano Luis Orione, atiende las necesidades de centenares de personas con diversas discapacidades. En el marco de los festejos por el aniversario, este jueves el titular de la Comisión Episcopal Argentina, José María Arancedo, presidirá una misa de acción de gracias.
El Pequeño Cottolengo Don Orione, ubicado en el barrio homónimo, conmemora 8 décadas desde aquel 28 de abril en el que el sacerdote italiano Luis Orione colocó la piedra fundamental de la obra de fe, que funciona en el predio situado entre las avenidas Lacaze y Eva Perón.
La celebración será a las 18, en el santuario de Don Orione, donde se espera la presencia de los obispos que participarán de la 109ª Asamblea Plenaria que se efectúa hasta este sábado en Pilar.
“Es el comienzo de los festejos por los 80 años del Cottolengo, es la partida inicial de una serie de actividades conmemorativas que se van a hacer en la última parte del año”, relató a www.deBrown.com.ar el sacerdote Héctor Pasos, integrante del equipo directivo del inmenso hogar.
La institución, que tiene presencia en varias provincias, trabaja en el cuidado de cientos de personas con discapacidades físicas, mentales y sensoriales que habitan en los 14 hogares que allí se levantan. En el mismo lugar, en el centro del terreno, está el santuario que alberga el relicario con el corazón del santo fundador, el cual fue traído desde Italia en el año 2000 y a diario recibe la visita de decenas de fieles.
La sede local es la más grande de la Argentina y en su interior cuenta con una amplia infraestructura, que aloja alrededor de 400 hombres y mujeres -desde niños hasta adultos- que fueron dejados allí por sus familias.
Las tierras en las que se erige la construcción constituyen “un mundo aparte” ya que tiene calles internas, una escuela, un hospital, un estudio de radio, una huerta, una capilla, canchas de fútbol e incluso un cementerio.
En estos años, sostuvo el presbítero,“el aporte a la comunidad permitió recibir a personas que en muchos lugares no las reciben” y que en general pertenecen a familias que “no los pueden tener y contener”. “Es un hogar sustituto donde se da la mejor calidad de vida que se puede. Además, aportamos desde la fe en Cristo, que nos llama a ayudar”, remarcó.
Para su actividad diaria, donde están cubiertas las áreas de salud, educación, rehabilitación y recreación posee un equipo de empleados y voluntarios que -junto con los religiosos de la congregación de la Pequeña Obra de la Divina Providencia- atiende las necesidades de sus residentes.
El Cottolengo no recibe fondos del Estado, sino que se mantiene con pensiones, donaciones de empresas y particulares y con lo recaudado en las diferentes actividades que realiza con ese fin.
Ante este escenario y con el lema expresado por el fundador de esta obra, “sólo la caridad salvará al mundo”, apelan a la colaboración de todo aquel que pueda ayudar.
Para eso, se pueden visitar los sitios www.cottolengodonorione.org.ar y www.donorione.org.ar o ingresar a la página de Facebook: DonOrioneAr, donde encontrarán la información necesaria para hacer el aporte.
Durante abril, relató el clérigo, se está haciendo una campaña para reunir medias y jabones. Las iniciativas varían de mes a mes y la idea es que pueda ser la gente de la zona quien haga su contribución a través de productos accesibles y que son de suma utilidad.
Asamblea Plenaria
La visita del también arzobispo de Santa Fe al Cottolengo de Claypole se dará en el contexto de la 109ª Asamblea Plenaria que se desarrollará hasta el sábado en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, en Pilar. Allí se congregarán los obispos de todo el país para, entre otras cuestiones, evaluar el contexto sociopolítico nacional.
Durante el encuentro, abordarán cuestiones vinculadas con “la formación de los futuros sacerdotes, las actividades por el Año de la Vida Consagrada, las conclusiones de la consulta preparatoria para el Sínodo de la Familia y la organización del Congreso Eucarístico Nacional 2016”. Por ello, los prelados llegarán a la institución browniana para acompañarlos en el festejo del aniversario.
Fundador
Don Luis Orione fue un sacerdote que dedicó su vida a amar y servir al Señor en función de los más humildes. En 1903 fundó la Pequeña Obra de la Divina Providencia, congregación que se extendió en su Italia natal y en tierras de misión, entre ellas Argentina.
Don Orione visitó por primera vez nuestro país entre 1921 y 1922. Luego, 12 años después regresa a la Argentina y durante tres años desarrolla una incansable tarea apostólica, pastoral y social. En 1935 funda el Pequeño Cottolengo Argentino en Claypole y la sociedad ya reconoce en él al “Apóstol de la caridad”.
“Tenemos que ser santos, pero no tales que nuestra santidad pertenezca sólo al culto de los fieles o quede sólo en la Iglesia, sino que trascienda y proyecte sobre la sociedad tanto esplendor de luz, tanta vida de amor a Dios y a los hombres que más que ser santos de la Iglesia seamos santos del pueblo y de la salvación social", creía Don Orione.
Hoy, sus obras y su mensaje siguen vigente y se convierten en emblema de humildad, amor y respeto al prójimo.