Concluyó la medida de fuerza del gremio que nuclea a los empleados bancarios y se restableció el servicio al público. Ahora, el Banco Central podría continuar la protesta y bloquear el reparto de caudales.
Encontrar efectivo parecía ser un milagro tras el fin de semana largo y el paro de 48 horas de La Bancaria. Este jueves, el servicio de atención y recarga de cajeros se normalizó. Sin embargo, los usuarios debieron enfrentar largas filas desde el inicio de la jornada.
Lo cierto es que la normalización real de las actividades dependerá del rumbo que tome el conflicto en el Banco Central, dado que los empleados, tras haber apoyado la huelga sectorial, decidieron continuar el resto de la semana con el cese de tareas, lo que podría afectar el abastecimiento de caudales a los bancos y la provisión de los cajeros automáticos en aquellas entidades que, por no ser recaudadoras, no cuenten con holgados colchones de liquidez como para poder hacerlo.
El sindicato que conduce Sergio Palazzo reclama que la costumbre asumida por algunas entidades estatales, de absorber las cifras correspondientes al pago del Impuesto a las Ganancias de los salarios de sus trabajadores, se extienda a todos los bancos.
Asimismo, solicitan un incremento salarial de más del 30 por ciento, en el marco de una negociación paritaria que debería haberse cerrado el 31 de enero, el día en que venció el acuerdo del 2014.
En tanto, desde la comisión gremial interna del Banco Central, reclaman un acuerdo salarial “inmediato y sin topes, y una serie de cuestiones internas como la regularización de los tercerizados”.